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Cultura

Una exposición resume seis décadas acerca del tema de la paz

María Teresa Piñones posando frente a su obra 'Huella'.

María Teresa Piñones posando frente a su obra 'Huella'.

Foto:Maria Camila Botero

María Teresa Piñones retrata en su obra diferentes épocas y regiones afectadas por la violencia.

Algunos expresan sus sentimientos escribiendo, otros a través de la música o el baile, pero la manera que María Teresa Piñones encontró para vaciar su interior y no morir de angustia, es pintando.
Así ha hecho durante 60 años, tiempo que ha vivido en diferentes partes del mundo y, por alguna extraña razón, siempre ha visto de cerca la guerra y la violencia.
Por este motivo, desde el 4 hasta el 25 de abril, se podrá ver su exposición ‘60 años con el tema de la paz’ dentro de la Fundación Santafé.
Esta es una muestra artística que deja ver el humanismo y la línea transversal a todas sus obras que es, según ella, “el amor y el sentido filosófico del hombre elevándose hacia el universo”.
La pintura de Piñones se basa en la pirámide porque “tiene una gran fuerza en la tierra y una gran elevación hacia el universo”, afirma la artista. 
Cada figura y color que utiliza sobre el lienzo tiene un significado específico para ella. En su mayoría representa el trigo, la tierra, la violencia, la muerte, el odio y la paz.
Pintura 'Guerrero que se bate por la paz' (1975)

Pintura 'Guerrero que se bate por la paz' (1975)

Foto:Maria Camila Botero

‘El gran guerrero’, ‘Plegaria por la paz’, Mundo con hambre’ o ‘Derrumbar los muros’ son algunas de las obras que se pueden ver en su exposición. Todas muestran la inconformidad de la artista con las injusticias de la humanidad y dejan el mensaje de que el hombre debe sublimarse. Dejar la tierra para alcanzar la paz.
Frente al tema específico del universo también ha realizado varias pinturas y actualmente sigue trabajando con este asunto, porque le interesa expresar que no estamos solos en el mundo y que, además, “el hombre es tan solo un prisma en la mano de Dios como para que entremos en peleas y rencores”, asegura.
La guerra de los Balcanes, el dolor de las Madres de Plaza de Mayo, la soledad de los niños desamparados, la labor de la Madre Teresa de Calcuta por socorrer a los que la necesitaban, la lucha de Martin Luther King por los derechos civiles y la enorme desproporción de riqueza en el mundo son algunos de los temas que Piñones ha retratado en su larga trayectoria artística.
Fuera de las pinturas, modela a mano diferentes esculturas, entre ellos unos diminutos muñequitos que cuelgan de unas sombrillas y que logran llamar la atención de las personas que caminan por el pasillo del hospital. Para Piñones, estas figuras personifican el amor, la unión, la paz y la parábola de que todos somos uno sin importar color de piel o religión.
Artista colombiana María Teresa Piñones en su exposición '60 años con el tema de la paz'.

Artista colombiana María Teresa Piñones en su exposición '60 años con el tema de la paz'.

Foto:Maria Camila Botero

Esta artista de, casi, 83 años pinta desde que tenía 5. Cuando tenía 14 años se enfermó su maestra de pintura y la nombraron a ella como su reemplazo. “Lo primero que hice fue romper todas las tarjeticas que nos decían qué debíamos pintar, les dije 'ahora cada uno cree lo que quiera' y empezaron a salir cosas muy interesantes. Desde ese momento me dediqué a la expresión libre en la pintura”, explica Piñones.
Su larga trayectoria le ha permitido conocer diferentes panoramas mundiales. Aunque vivió muchos años fuera de Colombia, ama a su país y considera que es una nación supremamente rica y fértil. Sin embargo, le entristece que la violencia haya logrado desestabilizarla tanto. 
Asegura que la única forma de alcanzar una verdadera paz es educando a los colombianos. “¿Cómo es posible que no haya presupuesto para los niños que tienen que cruzar un río colgados de un cable y caminar por dentro de las veredas llenas de barro para llegar a una escuelita?”, afirma indignada.
Por eso, ha dedicado su vida a la educación a través del arte y cree que ese es el legado más importante que se puede dejar. Sin educación, jamás se logrará la paz. Espera que algún día su plegaria sea atendida y que se descentralice el acceso al estudio.
MARIA CAMILA BOTERO CASTRO
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO
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