El rapero Kanye West protagonizó su primer acto de campaña tras anunciar su candidatura a la Presidencia de Estados Unidos. Vestido con un chaleco antibalas con la palabra "seguridad" escrita delante, el rapero dio un discurso inconexo acerca de aborto, drogas, religión y racismo ante cientos de personas en North Charleston, Carolina del Sur, que estaban obligadas a llevar mascarilla para protegerse de posibles contagios por covid-19.
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Entre otras ideas, West expresó que ‘la marihuana debería ser gratuita’ y que el aborto debe ser legal, pero propuso algo llamado "aumento máximo", que consistiría en dar "un millón de dólares o algo así" a las mujeres que tuvieran un bebé para disuadirlas de interrumpir su embarazo.
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Al mencionar este tema, el músico se puso a llorar al recordar cómo su padre quiso interrumpir el embarazo de su madre y que él pensó en hacer lo mismo cuando su esposa, Kim Kardashian, se quedó encinta. "Casi maté a mi hija", dijo.
Kanye West también provocó controversia al afirmar que la célebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman, que en el siglo XIX participó en una red clandestina para sacar del sur de EE.UU. a decenas de negros, "en realidad nunca liberó a los esclavos" sino que "hizo que fueran a trabajar para otra gente blanca".
El ganador de 21 premios Grammy se pronunció además en contra de un mayor control de armas al afirmar que "disparar pistolas es divertido" y que si la gente dejara de tener armas otros países podrían invadir EE.UU. y "esclavizar" a su población.
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El peculiar mitin en Carolina del Sur tenía como objetivo recaudar las 10.000 firmas que West necesita para competir en ese territorio y afianzar su carrera hacia la presidencia a la que aspira como independiente en las elecciones de noviembre. El rapero ya logró este mes inscribirse en las papeletas del estado de Oklahoma.
No está claro qué futuro puede tener su campaña, porque el plazo para registrarse ya ha expirado en media docena de territorios –entre esos, algunos clave como California, Texas o Nueva York- y los requisitos son complicados en otros. Hay conjeturas alrededor de si simplemente busca publicidad para sus empresas o incluso favorecer las opciones de reelección del presidente estadounidense, Donald Trump, a quien hasta hace apenas unas semanas apoyaba fervientemente.
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Por lo pronto, y a pesar de la incoherencia política de sus propuestas, West registró la semana pasada su comité de campaña electoral en la Comisión Federal de Elecciones, y bautizó su partido como BDY -abreviatura en inglés de "birthday" (cumpleaños)- porque, según dijo a Forbes, "cuando gane" las elecciones "será el cumpleaños de todo el mundo".
Cultura con EFE
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