Uno de los detalles que más llamaron la atención de la entrevista de Oprah Winfrey con el príncipe Enrique y Meghan Markle, emitida por CBS este 7 de marzo, fue saber que realmente no se casaron el 19 de mayo del 2018, sino el 16 , tres días antes del enlace del que el mundo estaba pendiente.
“Tres días antes de nuestra boda nos casamos”, dijo Markle en la entrevista. Lo hicieron en privado, intercambiando votos ante Justin Welsby, arzobispo de Canterbury.
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Según Markle, esto se debió a que querían algo íntimo. "Así que le dijimos al arzobispo: ‘Mire, esto, este espectáculo es para el mundo, pero queremos nuestra unión entre nosotros’”.
Tres días después se celebró la boda oficial, en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, en un día primaverial. El príncipe Enrique ya había obtenido el permiso de su abuela, la reina Isabel, necesario pues hace parte de las seis personas que están en la línea de sucesión al trono y en ese momento era el quinto, tras su padre, el príncipe Carlos; su hermano, el príncipe Guillermo, y los dos hijos de este último, Jorge y Carlota, pues aún no había nacido Luis.
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La novia lució un vestido de la inglesa Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy, que diseñó durante cinco meses, y que para la buena suerte tenía un pedazo del vestido azul que Markle usó en su primera cita con el príncipe.
La boda tuvo 2.600 invitados, entre miembros de la famlilia real y de otras casas reales; familiares de Markle, personalidades del espectáculo y amigos de la pareja.También, representantes de organizaciones que los novios apoyaban, miembros de la comunidad del Castillo de Windsor, estudiantes de colegios locales y 250 miembros del ejército británico. Según el portal Bridbook, costó casi 40 millones de dólares.
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Pocas horas antes del matrimonio se anunció que Thomas Markle, papá de Meghan, no asistiría, por problemas de salud. La novia llegó con su mamá, Doria Loyce Ragland, y los últimos metros fue acompañadad por el príncipe Carlos.
Este hecho llevó a muchos comentarios y suspicacias sobre la ausencia de Thomas Markle y marcó distancia entre padre e hija.
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Al inciio de la cereemonia, la pareja pronunció sus votos matrimoniales, pero Markle, tal como Diana de Gales y la duquesa de Cambridge, esposa del príncipe Guillermo, no hizo la promesa de obediencia a su esposo .
Según cifras, 18 millones de británicos vieron la boda, mientras en Estados Unidos, país donde nació la novia, fueron 29 millones de personas. En el mundo también se siguió el enlace, en directo o en diferido, así como en las redes sociales.
La pareja se conoció en el 2016, cuando Markle se encontraba en Londres y una amiga común les organizó una cita a ciegas. Su primer viaje juntos fue a Botsuana, a donde Enrique la invitó para que vieran solos las estrellas, según contó el príncipe.
El 27 de noviembre de 2017, con un comunicado, el príncipe Carlos anunció el compromiso matrimonial.
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