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Cine y Tv

‘Pensé la película como un puente entre dos mundos’: Yohan Manca

‘Mis hermanos y yo’ es protagonizada por Maël Rouin Berrandou, Dali Benssala, Sofian Khammes y Moncef Farfar.

‘Mis hermanos y yo’ es protagonizada por Maël Rouin Berrandou, Dali Benssala, Sofian Khammes y Moncef Farfar.

Foto:Cortesía

Se estrenó en Colombia la película francesa 'Mis hermanos y yo'. Entrevista con su director.

NATALIA TAMAYO GAVIRIA
Falta dinero, hay que trabajar para asegurar el sustento y renunciar a estudiar. Aparece la oportunidad de hacer plata de forma rápida y fácil. Unos siguen ese camino, otros optan por lo legal. Viven en un apartamento precario y popular, comparten habitación, comen lo que hay y sobreviven como pueden. No tienen sueños. Solo la idea de irse de ese lugar que los amarra a una realidad de carencias.
No está la figura del padre, por lo que la asume Abel, el hermano mayor que se dedica al contrabando de camisetas de fútbol. Mientras tanto, la madre está conectada a un aparato para seguir con vida. Es un vegetal que disfrutaba de la música clásica, especialmente de Luciano Pavarotti. Cada uno de sus cuatro hijos la cuida como mejor cree. Nour, el menor, le pone a todo volumen La traviata o Una furtiva lágrima.
Así se sitúa Mis hermanos y yo (2021), la ópera prima del director y actor francés Yohan Manca, que se estrenó en el país el pasado 22 de septiembre en el marco del Festival de Cine Francés y es una adaptación de Pourquoi mes frères et moi on est parti, obra de teatro de Hédi Tillette de Clermont-Tonnerre y que Manca interpretó a sus 18 años y sintió tan propia.
Yohan Manca es un director y actor de cine de 32 años.

Yohan Manca es un director y actor de cine de 32 años.

Foto:James Weston

“Cuando tenía 14 años me encontré con un profesor de francés que me presentó el teatro. Desde entonces cambió mi forma de pensar, esa fue mi motivación para escribir la peli”, dijo Manca a EL TIEMPO.
La película no solo narra la situación que viven millones de personas en el mundo, sino cómo una profesora de ópera, en este caso, puede cambiar la vida de un niño a través del arte.
Y cómo ese vehículo de cambio se convierte, en palabras de Manca, en el puente entre dos mundos: del que viene Nour y sus hermanos, y el de Sarah, su profesora de canto e intérprete de ópera, que anima al pequeño a explotar su talento oculto, sin saber las condiciones y las circunstancias que lo rodeaban.
La mayoría de las veces, para Nour asistir a la clase de canto de Sarah era un privilegio. Tener tiempo para aprender y esparcirse son concesiones que no muchos pueden hacerse y la película lo devela mostrando las brechas de ambos mundos.
EL TIEMPO habló con Manca sobre su primer largometraje, los personajes Nour (Maël Rouin Berrandou), Abel (Dali Benssala), Mo (Sofian Khammes), el hermano conciliador que buscaba conquistar a los turistas adinerados, y Hédi (Moncef Farfar), el problemático que encontró en la venta de drogas la forma de subsistir.
El director también conversó sobre lo que significó trabajar con Judith Chemla (Sarah), su pareja de entonces y quien lo acusó de violencia doméstica. Por esos señalamientos, no pudo estar en la premier de Cannes de 2021, donde su película compitió en la categoría Una Cierta Mirada, y en mayo pasado recibió una sentencia condicional de ocho meses.

Hay que tener el corazón limpio para escribir pelis y hacer arte

Manca pidió disculpas por su comportamiento y señaló que está arreglando cosas de su vida para continuar escribiendo. “Hay que tener el corazón limpio para escribir pelis y hacer arte”, concluyó.
¿Por qué esta historia para su ópera prima?
Cuando tenía 14 años me encontré con un profesor de francés que me presentó el teatro. Desde entonces cambió mi vida, mi forma de pensar. Todo. Esa fue mi motivación para escribir la peli.
En la película se ve pobreza, orfandad, drogas, contrabando, ¿cómo fue agregarle estos ingredientes a la historia?
Viví en barrios como los de la peli y pensé en un puente entre dos mundos. El que te tienes que esforzar para acceder a la ópera, el arte, la cultura. Y el que no. Cuando vienes de ese primer mundo, tu visión de la vida se limita a lo que conoces, y para salir de ahí debes empeñarte en hacerlo. Esos dos mundos se confrontan y era lo que quería mostrar.
¿Qué tiene Nour de usted?
En mi juventud fui una mezcla de los cuatro. Hay un poco de mí en los cuatro.
Fue curioso ver a cuatro hombres entregados al cuidado de su mamá, cuando el cuidado es una tarea más asociada con las mujeres. ¿Quería enviar algún mensaje?
No lo había pensado así. Me encanta ver cómo la virilidad y la violencia se transforman hacia el cuidado delicado para su madre. Se puede ser muy fuerte y a la vez femenino y dulce.
¿Por qué la ópera y no el teatro como el factor de cambio para Nour, como le pasó a usted?
Fue por Judith (Sarah), que es la protagonista y también la madre de mi hija. Ella canta ópera y por ella descubrí este mundo que para mí es muy cinematográfico. La ópera nació siendo un arte popular y hoy es otra cosa. La ópera me permitió acercar esos dos mundos de los que he hablado.
¿Cómo le fue trabajando con Judith Chemla?
Fue maravilloso en la peli, pero es muy duro trabajar con tu pareja. Se cansan las cosas. Ahora no estamos juntos, entonces no fue la mejor idea para la relación, pero sí para la peli.
¿Cómo se sintió de no poder asistir a la presentación de la película en Cannes por los problemas con Chemla?
Fue triste, porque hiciste la peli soñada, con la mujer que amas y está en Cannes, donde está el principal mercado. Pero lo importante es la familia, la vida privada, el amor. De eso te das cuenta cuando pasan cosas así. Mis hermanos y yo existe, está para la posteridad, eso nadie me lo quita.
¿Está trabajando en algún proyecto nuevo?
Estoy escribiendo, pero primero tengo que arreglar cosas en mi vida y buscar la paz. Hay que tener el corazón limpio para escribir pelis y hacer arte.
Debo de preguntar tras la muerte de Jean-Luc Godard, ¿él significó algo para usted para convertirse en director?
A mí me marcó más Truffaut, soy más de su corriente, pero Godard es una leyenda. Para mí no se murió, es un dios del cine. Fue de los primeros en cambiar la forma de ver el cine. Ya no está y así es la vida. Tenemos que abrir el norte y hay trabajo.
NATALIA TAMAYO GAVIRIA
EQUIPO DOMINGO
TWITTER: @nataliatg13
NATALIA TAMAYO GAVIRIA
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