“Siempre me interesaron las psicopatologías, y esta vez me centré en dos mujeres: son atractivas, están locas, son peligrosas”.
El realizador Paolo Virzì resume así el argumento de su nuevo filme que se estrena hoy en Colombia. Son los rasgos que ostentan las dos protagonistas de Locas de alegría.
La filmografía del italiano Virzì, un director poco conocido en el país, ya alcanzó la docena de títulos, y con su reciente filme se aleja de los tonos de comedia agridulce que lo habían consagrado en experiencias como Ovosodo, My name is Tanino, Caterina en Roma y, más recientemente, La prima cosa bella.
Admite que ahora, con este nuevo título, ha insistido en ese viraje “serio” propuesto en El capital humano (2013).
Aunque La pazza gioia (título original de Locas de alegría) respira algo más de humor, los horizontes del realizador intentan profundizar, según su declaración, “en la
naturaleza humana, en sus contradicciones, en sus irracionalidades”.
El guion, sobre una idea propia, lo armó con su amiga Francesca Archibugi. El relato cabalga sobre los planos mentalmente paralelos de dos mujeres perturbadas, ambas recluidas en una comunidad terapéutica de la campiña de Pistoia, en la Toscana,
cerca de Livorno, donde Virzì nació hace 52 años.
Estas damas, más raras que sofisticadas, son Beatrice Morandini Valdirana –que se
autodenomina la condesa–, una histriónica embrollona interpretada por Valeria Bruni Tedeschi, y Donatella Morelli, una chica depresiva, tatuada y deteriorada, a cargo de Micaela Ramazzotti.
Frágiles cada una a su manera, entablan una amistad que se transforma en complicidad para huir de la comunidad. En una de sus aventuras de fuga apelan a un macchina Lancia de los años 60, convertible, que las hace ver como otras dos antiheroínas del cine, pero de Hollywood, que el público reconoce fácilmente: Thelma & Louise.
Locas de alegría compitió en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes del 2016. Luego, su estreno en salas comerciales en Italia fue un éxito: alcanzó los seis
millones de espectadores.
El próximo reto del director y guionista se titula The Leisure Seeker, uno de los
proyectos más comprometedores de su carrera.
Cuando concedió esta entrevista, se encontraba en plena filmación. “Estoy ocupadísimo en Nueva York, terminando un filme con Donald Sutherland y Helen
Mirren”, comentó.
La película llegará a las salas estadounidenses en septiembre próximo.
Néstor Tirri, La Nación (Argentina)
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