Fue la musa de Truffaut, rebelde precursora de la ‘nouvelle vague’ (nueva ola) y fascinante actriz dramática dotada de recia personalidad. Fallecida el pasado 31 de julio en París –su ciudad natal–; desde sus primeras películas como protagonista (‘Ascensor para el cadalso’ y ‘Los amantes’ del autor intimista Louis Malle), ambas del 58, fue reconocida como la estrella más importante de tal generación –la misma consolidada en mayo del 68–.
Pero su consagración definitiva llegó en 1962 bajo la conducción del muy romántico François Truffaut, gracias al triángulo pasional de ‘Ella’, ‘Julio y Jaime’. Seis años después encarnó el misterio criminal de ‘La novia vestía de negro’, en homenaje a Hitchcock.
Vino entonces una cadena cíclica de actuaciones para los grandes maestros del celuloide mundial: ‘La noche’ de Antonioni, ‘El proceso de Orson Welles’, ‘Diario de una camarera’ según Buñuel, ‘¡Viva María!’ –junto a la Bardot en México–, ‘Mademoiselle del free cinema’ por Tony Richardson, El otro ‘M. Klein’ del tortuoso estadounidense Joseph Losey, y ‘femme fatale’ en la póstuma ‘Querelle de Brest’ idealizada por Fassbinder.
‘Alter ego’ y narradora de ‘El amante’ para evocar los amores adolescentes de su gran amiga Marguerite Duras, con quien hizo el film ‘d’art’ titulado ‘Nathalie Granger’. Poseedora de un carácter fuerte y temperamental, se le llamó la ‘Bette Davis francesa’ por cuanto tuvo habilidades para parecer voluptuosa, terrible, arrogante y arpía al mismo tiempo.
Dirigió bajo su responsabilidad dos largometrajes de ficción: ‘Lumière’ (‘Luz’) y ‘La adolescente’. Presidenta del jurado dos veces en Cannes (1975 y 1995); tuve la oportunidad de asistir a una rueda de prensa oficial en esta segunda fecha cuando presentó sin vacilaciones a su amiga y colega china Gong Li (‘Adiós a mi concubina’) como “la nueva mejor actriz del mundo”.
Cuando la Moreau canta maravillosamente ‘Le tourbillon de la vie’, en ‘Jules y Jim’, la picante galantería parisiense salta a la vista. Una leyenda viva, su sensual caminado frente a las cámaras no tiene comparación. Porque su nombre siempre estará al lado de las grandes luminarias francesas: Michèle Morgan –fallecida a los 96 años–, Catherine Deneuve, Isabelle Huppert y Marion Cotillard.
Apenas tres de sus películas proyectará la décimo sexta edición del Festival de Cine Francés en Colombia, a partir del próximo día 20, en 19 ciudades del país: ‘Ascenseur pour l’échafaud’, ‘Jules et Jim’ y ‘M. Klein’. Sin embargo, y cabe resaltarlo, el principal atracción será la sustanciosa retrospectiva del influyente realizador ‘noir’ parisino Jean-Pierre Melville (1917-73), con siete de las once películas que componen su excepcional filmografía. Entre ellas: ‘Bob el jugador’ (gánster), ‘El cura León Morin’ (conversión) ‘El confidente’ (crimen), ‘El ejército de las sombras’ (ocupación) y ‘El círculo rojo’ (policíaco).
MAURICIO LAURENS
Especial para EL TIEMPO
maulaurens@yahoo.es
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