Cuando el actor Ewan McGregor (Trainspotting) supo de la idea que tenía el realizador colombiano Rodrigo García Barcha de hacer una película acerca de Jesús, lo que le llamó la atención es que se trataba de un Mesías totalmente diferente a lo que él había visto en el cine o la televisión.
Y terminó protagonizando Últimos días en el desierto, drama que se puede ver en las salas de cine del país y que explora las tentaciones de Jesús y sus reflexiones en el desierto. A la par, plantea una interesante mirada a la naturaleza más humana del hijo de Dios.
“Lo que me interesaba era el tema de la relación entre padres e hijos y se me ocurrió agarrar la figura de Jesús volviendo de su meditación, de su ayuno, y que fuera a pasar tres noches con una familia de tres personas que vive en el desierto, un grupo que tiene complicaciones, y Jesús trata de ayudar, de intermediar”, dijo en una entrevista con EL TIEMPO el director colombiano sobre la que podría reconocerse como su cinta más personal.
Rodrigo García Barcha, hijo del nobel de literatura Gabriel García Márquez, se dejó llevar por los caminos del cine y la televisión, siendo el artífice de producciones como Albert Nobbs, Madres e hijas y Nine Lives, en las que hace una interesante lectura del universo femenino.
“Con Últimos días en el desierto solo podía hacer el lado humano –insiste–. Si fuera sobre el lado divino no hubiera sabido ni por dónde empezar. En la película hablé de esta persona que se sabe especial, que sabe que tiene un destino, aunque no conozca todos los detalles. Y me concentré en eso, en su estado de ánimo en ese momento y en su relación con otros seres humanos, como esa familia que no sabe quién llegó a su casa”, explicó el director, que estudió historia medieval en la Universidad de Harvard.
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