Toda una década le tomó al productor mexicano Guillermo del Toro (El laberinto del fauno) construir la trama de su proyecto televisivo Trollhunters.
Primero fue una novela y, después de muchos trazos y borrones, una producción animada. “Esto fue algo muy loco”, reflexiona Del Toro, quien se ha labrado un nombre en el género de la fantasía y el terror.
La frase generó gritos de más de 2.000 personas en el auditorio principal del Madison Square Garden, de Nueva York, durante la pasada edición del Comic Con, en la que sus seguidores le mostraron su apoyo ante una historia épica con toques de humor y fantasía para el público juvenil.
“Creo que una de las cosas más importantes de este show son sus actores”, dijo Del Toro, tratando de atenuar ser el centro de atención.
“Tenemos a Kelsey Grammer; a mi amigo Ron Perlman (que trabajó con él en Hellboy) y a Steve Yeun (el famoso Glenn de The Walking Dead)”, dijo Del Toro antes de recibir nuevos gritos de la audiencia.
La trama se enfoca en chicos que luchan con monstruos y viven una serie de experiencias propias de su edad. Y todo empieza cuando Jim Lake Jr., un adolescente, descubre por accidente que existe un grupo de seres llamados Trolls que lidian una batalla entre el bien y el mal.
El protagonista tiene que asumir el liderazgo en ese conflicto, mientras trata de lidiar con situaciones como el acoso infantil, el despertar del amor y una amistad incondicional con Toby, una especie de Sancho Panza que lo sigue en este reto.La serie ya está disponible en la plataforma de contenidos de TV y cine Netflix.
“Es para toda la familia, pero maneja elementos muy serios”, dice emocionado Del Toro, para quien este es el resultado de un ejercicio complejo que comenzó cuando produjo la película animada El libro de la vida.
“El reto ha sido jugar con la mitología y las aventuras en una serie de episodios y mantenerla con un buen ritmo”, explica.
Por su parte, Kelsey Grammer sigue esa misma línea conceptual al definir la serie como una producción animada que explora ciertos valores humanos.
Grammer, famoso por la comedia Frasier y el drama con tintes de política y poder Boss, da un giro en su trabajo de interpretación al convertirse en la voz de Blinky, un troll de seis ojos que acompaña a Jim y le enseña que hay una realidad alternativa, extraña y a la vez peligrosa.
“La animación es el mejor espacio para contar este tipo de historias de sentimientos muy humanos como el amor, así como del sacrificio. Grandes hechos pasan en la vida y los grandes valores definen a las personas, y todo esto se puede contar a través de esta especie de superhéroe juvenil, que es muy humano a la vez. Ahora, si a eso le agregas la imaginación de Guillermo del Toro, adquiere un tono increíble”, agregó Grammer.
“Algo bueno de todo esto es que me gusta trabajar sin pantalones”, bromea Ron Perlman, el mejor amigo y cómplice de Del Toro, pero que al asumir un tono más serio reconoce que fue muy interesante expandir el rango profesional con el mexicano más allá del cine.
“Quiero decir que adoré hacer la voz de mi personaje, ya que soy el típico acosador del colegio, fue genial”, dijo riéndose Steve Yeun, al dejar a un lado su papel heroico y mártir de The Walking Dead por el de un bravucón de escuela. Guillermo del Toro lo saluda con un pulgar en alto.
“Me encanta la animación y quería llegar a la familia con algo hermoso, sabroso y un poco irónico, con una serie llena de vida y siento que Trollhunters tiene todo eso”, finalizó el artífice de esta serie.
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