En el 2009, el realizador estadounidense Steven Soderbergh contó la vida de una mujer que se dedicaba a acompañar a hombres de negocios y ganaba 10.000 dólares la noche.
Se trataba de la película The Girlfriend Experience, que impactó por retratar con frialdad las relaciones basadas en aspectos ajenos al sentimiento. Lo de Soderbergh fue un experimento y casi un objeto de culto, y sonó como una idea que podría funcionar en TV.
Casi siete años después, las realizadoras Amy Seimetz y Lodge Kerrigan decidieron contar la historia de una estudiante de derecho que tiene una doble vida como acompañante.
“¿Se puede ser poderoso y a la vez vulnerable?”, se pregunta Anna Friel, una de las protagonistas de la segunda temporada de la serie (que tiene dos historias paralelas), durante una entrevista en la que participó EL TIEMPO, tratando de enfocar los aspectos político y emocional.
“Hay algo interesante, y es que no es sexo por el sexo”, agrega la actriz, quien interpreta a Erica Myles, la directora de finanzas de un comité del Partido Republicano que termina enredada con otra mujer que, a la postre, le sirve para lograr sus metas.
“Este escenario está enfocado en las mujeres y ellas, en un mundo dominado por hombres (....); creo que es oportuno ver cómo es tratada en un ambiente de sumisión y dominio”.
Esta dupla se amolda a las historias de emociones sórdidas de la segunda temporada de esta producción, que construye un retrato sensual de la corrupción y de la ruina.
“A veces te mereces todo lo que obtienes porque depende de las elecciones que hayas tomado. Entonces ves que las personas simplemente están tratando de sobrevivir debido a la presión que se ejerce sobre ellas”, finaliza Friel.
La segunda temporada se ve en FOX Premium, el viernes a las 9 p. m.
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