Muchas páginas en internet hablan de la maldición del Joker. Se refieren a episodios de insomnio, alucinaciones y comportamientos extraños que han sufrido los actores que han interpretado al mítico villano de DC Comics y archienemigo de Batman.
La leyenda cuenta que los intérpretes que han dado vida al personaje en el cine y la televisión han experimentado depresiones, delirios, falta de sueño y hasta sentimientos agresivos en contra de sus compañeros de la producción.
El último actor que se metió en la piel del villano fue Joaquin Phoenix, y el tres veces nominado al Óscar logra una apropiación del rol que impacta al verlo en la pantalla.
“Esta vez, definitivamente, el Joker no es el héroe. Se comporta de una manera repugnante, pero no podemos apartarnos de intentar entenderlo. Si miramos la violencia con la perspectiva del trauma infantil, entonces veremos que esas personas se comportan reaccionando a las condiciones en que vivieron, su entorno... Es como un iceberg: si solo miramos lo que sobresale, entonces fallamos a la hora de asistir y dar recursos a los problemas subyacentes”, dijo Phoenix en una entrevista con la agencia Efe. El filme del Joker, que se titulará Guasón en español, debuta este jueves 3 de octubre en los cines del país.
El primer actor que encarnó a la némesis de Batman fue el cubano César Romero, en la serie de televisión de los años 60 que protagonizó Adam West. Era una caracterización con visos cómicos –muchos aseguran que casi ridículos–, de la cual Romero no pudo zafarse en sus 50 años de carrera.
Otras figuras de la actuación –como Jack Nicholson, Jared Leto y el fallecido Heath Ledger– también sucumbieron al personaje, con las repercusiones que pudiera tener para sus trayectorias.
En el caso de Nicholson, en el Batman del director Tim Burton, en 1989, fue señalado por la crítica como el rol más flojo, lleno de clichés y acartonado de su carrera. Tampoco salió bien librado el también cantante Jared Leto con su personificación del Guasón en Escuadrón suicida hace tres años.
Esta vez, definitivamente, el Joker no es el héroe. Se comporta de una manera repugnante, pero no podemos apartarnos de intentar entenderlo
Pero el más tristemente célebre es el apartado de Ledger, que murió por una sobredosis de medicamentos recetados para la ansiedad, la depresión y el insomnio, semanas antes del estreno de Batman: el caballero de la noche, en 2008. Tenía 28 años.
Su espectacular –y aterradora– actuación en la película de Christopher Nolan lo catapultó al estrellato como un Joker cercano al delirio, la psicopatía y la enfermedad mental. Su desempeño fue reconocido con premios póstumos como el Óscar, un Globo de Oro y un Bafta, entre otros. Los comentarios no dejaron de relacionar la muerte de Ledger con la maldición que supuestamente pesa sobre el rol.

Para su personaje, el actor tres veces nominado al Óscar perdió 23 kilos de peso.
Warner Bros
Por lo pronto, las críticas para la nueva película Joker son más que alentadoras: destacan el guion, el trabajo emocional y psicológico de Phoenix, así como el físico (su demacrado aspecto en pantalla es fruto de los 23 kilos que perdió). Habrá que esperar la opinión del público y los desempeños en taquilla para una historia que, según sus detractores, incita a la violencia al “glorificar el personaje”.
“Para mí, el punto de partida siempre ha sido el trauma infantil. Y no sé cómo puedes glorificar eso. Hay cosas que necesitamos hablar, explorar, de las que no deberíamos huir... Acusar una película de glorificar la violencia es absurdo. Y no creo que sea responsabilidad de un cineasta enseñar moralidad al público: usa tu jodida cabeza”, puntualiza Phoenix en la misma entrevista.
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