Al británico Sean Bean le da risa recordar que cada vez que interpreta un nuevo papel en el cine o la televisión su destino es morir. Es extraño, pero pareciera que a los guionistas les encantara matarlo rápido o en algunos casos en insólitas circunstancias, pero lo cierto es que el deceso de sus personajes nunca pasa inadvertido.
Una muestra de esa tendencia es su fatídica y épica muerte en El señor de los anillos: la comunidad del anillo, en la que interpretó a Boromir, un guerrero que terminó entre una lluvia de flechas, en una de las secuencias más impactantes de esa saga.
De igual manera, hizo derramar muchas lágrimas a los fanáticos de la serie Game of Thrones, al perder –literalmente– su cabeza en la primera temporada, en la que caracterizó a Ned Stark, un personaje brillante en un mundo oscuro.
Ahora que reaparece en la serie Las crónicas de Frankenstein, ese temor por su muerte, por el momento, desaparece, pues no hace el papel del monstruo.
“Me encanta hacer papeles de villano y por eso es que me matan, pero lo cierto es que cuando haces de héroe muchas veces los guionistas adoran matarte (…). No pienso mucho en eso, me causa gracia, pero no es algo que me venga a la mente todo el tiempo”, aseguró el actor en una entrevista telefónica con EL TIEMPO, pues es el estreno de Las crónicas de Frankenstein, por el canal pago A&E, a las 11 p. m.
La trama de esta producción gira en torno al detective John Marlott (Bean), quien se enfrenta a la investigación de una serie de experimentos con cadáveres que suceden en Londres durante 1832 y que podrían estar conectados con la obra literaria Frankenstein, de la escritora Mary Shelley (que aparece en la serie interpretada por la actriz Anna Maxwell Martin).
“El proyecto me gustó porque implicaba un giro original en el universo de un personaje mítico de la literatura, el cine y la TV. Allí soy un hombre abrazado por la tragedia: ha perdido a su familia y se mueve en una sociedad muy elitista, amante del establecimiento, pero que está llena de secretos”, explica Bean.
Para él, la fascinación de retar a la muerte y jugar con la ciencia para tratar de ser Dios es tratada en esta apuesta televisiva con un enfoque más dramático y sociopolítico, con un cierto halo de suspenso y horror.
“No es diferente a lo que pasa hoy, donde el establecimiento no está exento de su propia corrupción. La policía de esa época no era fiable ni favorecía a la clase trabajadora como hoy. Bueno, ese es un tema un poco discutible”, opina.
La serie se enfoca en un Londres salvaje y sin ley. Un lugar en el que las guerras han dejado a las personas sin nada y a la vez las convierten en víctimas de otros.
“Marlot busca exponer esas injusticias y no será nada fácil para él”, adelanta Sean Bean, y se espera que el actor haga parte de la segunda temporada, que ya tiene luz verde.
“Lo cierto es que siempre he tratado de sobrevivir en una serie o película hasta el final y más allá”, termina el actor, riéndose.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
Cultura y Entretenimiento