Luego de ver el episodio 'The Day Will Come When You Won't Be', comienzo de la séptima temporada de la serie 'The Walking Dead', lo único que queda es un impactante desasosiego y un giro brutal para los que por casi medio año esperaron conocer a la víctima de Negan (de lejos, uno de los villanos más impresionantes de la televisión contemporánea).
Con sarcasmo y ultraviolencia este personaje había logrado en el final de ciclo anterior doblegar al equipo protagonista que, hasta ese momento, había lidiado muy bien con situaciones extremas para sobrevivir en el final de la anterior temporada, marcando un punto de tensión muy fuerte, ya que terminó asesinando a una de esas víctimas.
Entre juegos matemáticos, análisis físicos (relacionados con la posición de cada uno frente a su verdugo) y hasta la ralentización de audios e imágenes para encontrar algún detalle que revelara ese misterio, la serie regresó con un ritmo tenso, no tan frenético, pero muy complejo al mostrar una situación de muerte.
No era para menos, posiblemente uno de los más queridos de 'The Walking Dead' se despediría de manera abrupta (por que hay que decir que otros no iban a causar tanto dolor si fallecían) y eso era lo que millones de fanáticos esperaban con ansia.
De ahí que el inicio del episodio no se enredó y fue marcando el punto mortal. Fue impecable el montaje con los diálogos entre el líder caído y el malvado opresor. No hubo momentos que pudieran apaciguar el destino fatal no de uno, sino de dos de los personajes principales.
Abraham fue el primero en caer ante la furia de Lucille (el bate arma de Negan) y luego fue el turno de Glenn, que tuvo una de las muertes más atroces. Un ejercicio de gore que acentúo la sorpresa. A pesar de que él moría en el cómic, nadie se esperaba que fuera asesinado.
Así muchos hablen acerca de su gran capacidad para adivinar a la víctima, lo cierto es que el momento fue mucho más duro de lo que se pensaba. Rick perdió su trono y tuvo que reflejar su impotencia ante los juegos de dominación psicológica de un Negan, encarnado de manera magistral por Jeffrey Dean Morgan, quien logró una extraña mezcla de psicopatía y carisma.
Creo que la muerte de Glenn y de Abraham cumple las expectativas de los fanáticos (suena cruel, pero es así), ya que impone un espíritu de sacrificio a dos personajes profundos y que en cada una de sus experiencias fueron ganado terreno en el drama cotidiano de vivir en un mundo rodeado de zombis y de gente aún peor que ellos.
¿Qué viene ahora? Un gran reto para la serie que dejó un listón muy alto en su arranque. No será fácil no mantener cierta base melodramática para asimilar el duro golpe que nos ha dado 'The Walking Dead', así como la consagración de Negan como el personaje que se va a llevar el protagonismo en este ciclo y un giro radical en las situaciones que como grupo ha manejado el clan de Rick. Los productores de la serie habían vaticinado dolor y lágrimas, sentimientos que afloraron en este retorno cruel que, ojalá, no pierda esa intensidad, para el bien del masoquismo de los fanáticos más fieles.
¿Es 'The Day Will Come When You Won't Be'? uno de los mejores episodios de la serie? No hay discusión… Sí.
Así reaccionaron los fanáticos de la serieANDRÉS HOYOS VARGAS
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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