Si bien la llegada de la revolución, cuando cayó el zarismo, echó mano de algunas de las joyas artísticas de la realeza, que Stalin vendió para financiar su causa, los cambios, luego de 1917, también trajeron un renacer en la producción artística.
Así lo refleja el documental 'Revolution', un nuevo arte para un nuevo mundo, que llega a las salas de cine del país y con el que se cierra la trilogía sobre Rusia, que comenzó con Hermitage revelado y siguió con Fabergé.
“La revolución generó una explosión colosal de creatividad, y de alguna manera intentaron comenzar de nuevo desde cero. Estaban reinventando el lenguaje del arte y experimentando formas y geometría, y todos eran muy jóvenes”, explica la directora inglesa Margy Kinmonth, al frente la producción. Agrega que muchos de los nacientes artistas habían luchado en la guerra y otras eran mujeres disfrutando de su emancipación. De allí el mensaje político de muchas de las obras.
Para esta producción, Kinmonth se remitió a los archivos de Moscú, en donde encontró imágenes icónicas, como la del famoso pintor francés de origen bielorruso Chagall en la calle. Con él, colegas como Kandinski y Maverich reflejaron a través de sus obras ese aire de libertad que llegaba con Stalin y Lenin.
La producción se rodó en Moscú, San Petersburgo y Londres, con acceso a la Galería Estatal Tretyakov y a los museos Ruso y del Hermitage, así como a la Real Academia de las Artes de Londres.
Sábado y domingo, a las 12 m., en salas seleccionadas de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Pereira, Manizales, Armenia y Popayán.
Boletería en: www. cinecolombia.com.
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