La televisión no está muerta. Se reinventa cada día. En internet y los canales regionales aparecen nuevas maneras de hacer que la seducción continúe. He aquí cuatro casos.
‘La junta’ (Canal Capital). Las series de colegios siempre son un éxito porque nos retratan como cuerpo cultural y social. Por eso uno recuerda con cariño ‘Décimo grado’ o ‘Francisco, el matemático’.
Esta serie cuenta el mundo absurdo de La Corporación Educativa General Juan Madiedo (GJM) y su junta de padres de familia. Aquí, más que los estudiantes, las situaciones divertidas las ponen los padres, las tías, los profes.
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Y es que la pesadilla de la educación no son los niños, sino sus familias, que convierten la aventura educativa en disgusto colectivo.
Las situaciones muestran como los padres y las familias fracasan en su intento de colaborar en la educación de sus hijos, y eso las hace divertidas.
Esta serie tiene un reparto televisivo con actores como Roberto Cano, Carlos Hurtado y Marcela Benjumea. Es una producción cuidada que tiene la firma de Lulo producciones.
‘Ana, yo soy Ana’ (Canal Trece). Una serie de ficción en la que un reloj mágico reúne, en 1919 y por azar, a algunos personajes modernos con otros de la historia de Colombia. La historia se atreve a mezclar tiempos y luchas, juega entre lo cotidiano y la memoria.
El viaje reflexiona la batalla de Boyacá y su centenario, la igualdad de género, la historia no contada de los sastres, los sueños y el amor de una joven por el ciclismo.
Una producción cuidadosa hecha con cariñito y que se deja ver con facilidad. Una forma de intentar pensarnos en la historia. Una producción con el prestigio de Rayhuela.
‘Las pasantes’ (Canal Capital). La idea es contar ese mundo raro que es el de los practicantes, ese invento en el que se supone todos ganan cuando pierde el joven.
La universidad recibe pago de matrícula y no da clases, las empresas reciben mano de obra gratuita y los jóvenes son maltratados como ritual de iniciación laboral.
Obviamente, esto da para muchas situaciones que pueden tener el tinte de tragedia o de comedia. En esta producción se hace comedia. La serie es clásica en su modo de narrar, sus personajes son muy televisivos (casi de caricatura), pero hay historias y situaciones divertidas y jóvenes talentos. Una obra que cuenta con la calidad de Laberinto.
‘Café picante’ con Antonio Morales. Un clásico del periodismo de ironía y la crítica social a través del humor tercamente resiste en internet para salvarnos de pasar por la realidad informativa sin pensar. Antonio Morales fue creador de personajes y libretista del inolvidable Jaime Garzón.
En ‘Café picante’ continúa la vida de personajes como Godofredo Cínico Caspa y crea otros para poder hacer la crítica social con el tono de humor. Un canal de YouTube para la resistencia a la opinión fácil que presenta análisis y humor con el sello de Morales.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
orincon61@hotmail.com