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Cine y Tv

‘No me esperaba ser invitada a una película tan francesa’

Camille Cottin (izq.), como Avril, y Juliette Binoche, en el papel de Mado, protagonizan ‘De tal madre, tal hija’.

Camille Cottin (izq.), como Avril, y Juliette Binoche, en el papel de Mado, protagonizan ‘De tal madre, tal hija’.

Foto:Cortesía Cine Colombia

Juliette Binoche, ganadora del Óscar, habla de su papel en la comedia ‘De tal madre, tal hija’.

Esta semana, justo el Día de la Mujer, se estrena una comedia francesa sobre una situación aparentemente absurda pero probable: que hija y madre queden embarazadas al tiempo.
Pero ‘De tal madre, tal hija’ (2017) no se trata solo de eso, sino también de cuando los padres se convierten en ‘hijos’ de sus hijos y de aquellas mujeres de más de 45 años que afrontan la maternidad.
La ganadora del Óscar Juliette Binoche (‘El paciente inglés’) interpreta a esa ‘madre milagro’ que queda embarazada al mismo tiempo y bajo el mismo techo que su hija de 30 años, que está casada y tiene un trabajo estable. La disparatada situación se convierte en la divertida historia de una eterna adolescente, despreocupada y temeraria que no está preparada para volver a ser madre y, mucho menos, para convertirse en abuela.
En esta, la cuarta cinta de la directora francesa Noémie Saglio, Binoche comparte escena con Camille Cottin (‘Allied’) y Lambert Wilson (‘Matrix Reloaded’). De su trabajo al lado de ellos, de su carrera y de otros temas, habla la exitosa actriz parisiense.
Su carrera es muy ecléctica e imprevisible. Creemos que está encerrada en un estudio y se está preparando para una obra de teatro; la imaginamos en EE. UU. y vuelve a Francia; nos deja con un papel trágico y la volvemos a encontrar en una comedia… ¿Qué hace que usted acepte un proyecto?
Fue la cualidad casi incongruente del encuentro entre Noémie Saglio, Camille Cottin y yo lo que hizo que dijera “sí”. No me esperaba ser invitada a una película tan francesa, ¡una comedia sin vergüenza! En ese momento, estaba rodando una cinta de ciencia ficción en Nueva Zelanda, tan lejana a mí como ese país.
Confieso que la idea de interpretar a una adolescente me atraía, porque creo que nunca tuve un tiempo entre las dos épocas: me convertí rápidamente en una adulta en mi mente, pues tenía mucho sentido de la responsabilidad. Además, la pasión por el teatro me dirigía, así que no tenía ningún tiempo que perder.
¿Cómo fue el proceso?
Tuve una conversación con Noémie Saglio por Skype. Aún no había visto sus películas, pero me cautivó de inmediato, pues dice lo que piensa y no tiene filtro. Además, tenía muchas ganas de trabajar con Camille Cottin y de reencontrarme con Lambert Wilson, ¡con quien no había actuado desde hacía más de 30 años! (‘Rendez-vous’, 1985)
Después de eso vi la película ‘Connasse, princesse des coeurs’ (2015), que me pareció apropiada y al borde de la locura. Camille es excelente y la escritura es sorprendente. Ahora que conozco un poco más a Noémie y a Camille, pienso que esta nueva cinta se asemeja íntimamente a ellas. Las dos están sedientas de fantasía, ¡nada las detiene!
¿Qué la atrajo de ese personaje de madre que Noémie le proponía?
Noémie me indicó de inmediato cómo quería que interpretara el papel de Mado. Ella conocía el tono de cada frase y el resultado de cada expresión. Al principio, eso me sorprendió, pues los directores con los que había trabajado antes me dieron la libertad de crear, pero la exigencia de partida de Noémie era tan fuerte que decidí dejarla hacer lo suyo y seguir su idea. ¡Yo creo que Noémie escribió ese personaje pensando en su madre! (Risas).
Desde su espectáculo con el reconocido coreógrafo londinense Akram Khan, sabemos de su pasión por la danza. Cuando filmes como este le permiten bailar, ¿influye eso en su interés de participar?
Una de mis escenas favoritas de la película es cuando voy a ver a Lambert en su concierto y salgo al escenario en una tela roja. La danza permite expresar lo que las palabras no pueden decir.
Usted apareció primero en ‘Ma loute’ (2016), de Bruno Dumont, y ahora en ‘De tal madre, tal hija’, dos comedias con personajes que expresan cierta alegre extravagancia. ¿Los siente cercanos a usted?
No sé, es casi imposible definir lo que es cercano a uno, pues todos somos múltiples, nos buscamos siempre a nosotros mismos. Ya es suficientemente difícil intentar ser genuino en todo momento, pues para hacerlo hay que tomar la decisión de no esconderse. A menudo, los personajes de las comedias se esconden porque las emociones que están detrás son muy fuertes; los personajes cómicos tienen generalmente una máscara fuerte para sobrevivir.
Mi personaje en ‘Ma loute’ está muy enojado con su hermano, su familia y ella misma. Es, sin duda, una rabia similar a la que siente Mado en ‘De tal madre, tal hija’. Mado tuvo que hacer todo por sí sola en un momento en que necesitaba ser amada y protegida. Su ociosidad y su rezagado carácter adolescente son una forma de decirles a todos los que la rodean: “Estoy desdichada y sola, los necesito”. Así, las personas que dieron todo de ellas en un momento de sus vidas tienen el deseo de recuperar el tiempo, de retroceder a una época de despreocupación.
¿Es necesario tener una energía particular para actuar en una comedia?
Para toda película hay que tener la energía de un rayo, especialmente cuando hay rodaje todos los días. Pero si hay un buen ambiente en el plató, todo es posible.
Al ver su filmografía, es claro que usted ha trabajado más con directores hombres que con mujeres, sin duda por el hecho de que estas son menos numerosas. ¿Hay alguna diferencia en ser dirigida por una mujer?
No. Hombre o mujer, cada director es diferente. Sus maneras de escuchar, de observar, de intervenir, hacen que cada uno sea único. Y es la confianza que tienen en ellos mismos y en sus actores lo que hace una diferencia clara. Yo diría que el estado mental de un director produce la unión y la magia de una película. Me gusta trabajar tanto con hombres como con mujeres. Para mí, es la inteligencia artística y la sensibilidad de un director lo que prevalece.
¿Cómo fue el desarrollo de la filmación? ¿Hubo una escena particularmente difícil de rodar?
En el teatro del Chatêlet, cuando grabamos la escena en la que Lambert dirige la orquesta y yo lo interrumpo… tuvimos que volver a empezar varias veces, ¡pero yo estaba tan contenta de moverme embarazada que el entusiasmo tomaba las riendas! Noémie ama a sus personajes y es muy amable.
¿Alguna declaración sobre su ‘hija’, Camille Cottin?
Me dio mucho gusto actuar junto a Camille. A ella le brillan los ojos, sueña con el cine y tiene un sentido del humor natural.
¿Alguna otra declaración sobre su ‘marido’, Lambert Wilson?
La película de André Téchiné ‘Rendez-vous’, en la que actué con Wilson, pasó como un relámpago, así que no tuve tiempo de conocerlo. En esta película fuimos como cómplices, llenos de bagaje y de experiencias para compartir.
¿En qué proyecto está trabajando ahora?
Estoy terminando un filme de Claire Denis en París y luego… ¡tomaré una pausa!
CULTURA*
En Twitter: @CulturaET
* Esta entrevista fue cedida a EL TIEMPO por Cine Colombia.
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