Debieron pasar décadas para que Darío Argento, Sam Raimi, Wes Craven o George Romero fueran considerados leyendas del cine de terror. Sus legados sangrientos de zombis, poseídos, masacres, psicópatas y seres demoniacos han acompañado las pesadillas de decenas de espectadores de sus producciones.
Como un relevo generacional, los nombres de Fede Álvarez, Andy Muschietti, David F. Sandberg, Robert Eggers, Adam Wingard, James Wan y Ana Lily Amirpour han ganado relevancia con sus películas durante los últimos diez años. Y mucho dinero también.
“Siempre hay que mantener en la cabeza los clásicos del horror”, dice James Wan acerca de su éxito en una entrevista con IndieWire. “Contar historias con giros inesperados en casas encantadas o en espacios contenidos; eso es”, agrega el director de dos de las películas más taquilleras en la historia en Estados Unidos: las dos partes de El conjuro.
Saw fue su debut en el 2004. Le siguieron Insidious, la codirección en Annabelle y los Conjuros. Con 40 años, el australiano de ascendencia malasia ya es un sello en el género y ahora auspicia a otros noveles realizadores.
Es el caso de David F. Sandberg, quien en el 2013 ganó con su corto Lights Out un festival menor de cine de terror, el Bloody Cuts Horror Challenge. Sin embargo, atrajo las miradas de Hollywood, gracias a que su pieza audiovisual de tres minutos se hizo viral en YouTube.
El sueco llegó a las ligas mayores de la mano de Wan, con la dirección de su corto, transformado en largometraje, y este año con Annabelle 2: la creación, que en Colombia superó los 2 millones de espectadores.
Aunque el terror es un reino principalmente masculino, como lo es en general la realización cinematográfica, algunas mujeres han construido universos densos, tramas psicológicas profundas y personajes con gustos escalofriantes.
Una chica vuelve a casa sola de noche y Amor carnal, de Ana Lily Amirpour, son una muestra de ello. Una mujer vampira y otra, mutilada, que busca venganza son los insumos de los relatos que han hecho famosa a la directora británica de origen iraní.
La bruja y Tú eres el siguiente, consideradas como joyas del género, de Robert Eggers y Adam Wingard, respectivamente, se han hecho a un espacio en los anales del cine de horror.
Sus desempeños en estas producciones lograron que reconocidos productores les pusieran a cargo de nuevas versiones de hitos terroríficos en la cinematografía: Eggers dirigirá Nosferatu, inspirada en el clásico de F. W. Murnau, de 1922, mientras Wingard hará lo propio con el clásico coreano I Saw the Devil (2010).
Originarios de otras latitudes, pero con carreras brillantes en Hollywood, figuran el paraguayo Fede Álvarez y el argentino Andy Muschietti.
Ambos llegaron a la meca de la gran pantalla, apadrinados por grandes figuras del cine fantástico y de terror. Álvarez tuvo una suerte similar a la del sueco Sandberg: Sam Raimi vio un corto suyo, ¡Ataque de pánico!, y lo invitó a formar parte de la nueva versión de su película de 1981, Evil Dead.
“Él tomó el sabor, la forma en la cual la original afectó a la gente e hizo su propia película”, comentó Raimi en una entrevista con el portal especializado Bloodydisgusting.com
El mexicano Guillermo del Toro (El laberinto del fauno) quedó encantado con el guion de Mama, la ópera prima de Muschietti, quien acaba de consagrarse con la dirección de It (Eso). La adaptación del relato de Stephen King sobre Pennywise ya alcanza la diabólica cifra de 666 millones de dólares en la taquilla mundial.
SOFÍA GÓMEZ G.
Cultura y Entretenimiento@s0f1c1ta