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Cine y Tv

Los Ángeles Lakers llegan a colgarse en la cesta de HBO

John C. Reilly (i) interpreta a Jerry Buss, mientras que Quincy Isaiah (d) encarna a Magic Johnson.

John C. Reilly (i) interpreta a Jerry Buss, mientras que Quincy Isaiah (d) encarna a Magic Johnson.

Foto:HBO

La serie 'Lakers: tiempo de ganar' narra las vivencias del reconocido equipo de baloncesto.

redacción domingo
Una pieza fundamental del elenco de Lakers: tiempo de ganar es el actor norteamericano John C. Reilly, famoso por su participación en cintas de comedia hollywoodense como Hermanastros y Ricky Bobby: loco por la velocidad, ambas del cineasta Adam McKay.
A pesar de su participación en cintas de esta índole, ha sabido darle sabor a su carrera participando en filmes de tinte más dramático, como Boogie Nights: juegos de placer y Tenemos que hablar de Kevin.
La última empresa creativa de John C. Reilly ha sido figurar como protagonista de la nueva serie de HBO, titulada Winning Time: The Rise of the Lakers Dynasty en su idioma original.
En esta serie se relata el ascenso de Los Ángeles Lakers, equipo mítico del básquet, por cuyos camerinos han desfilado estrellas como Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar.
En esta ocasión el actor no encarna a un jugador profesional; interpreta el rol de alguien esencial que dirige al equipo fuera de la cancha: Jerry Buss.
El Dr. Jerry Buss era el dueño de Los Angeles Lakers. Compró el equipo en 1979 y ahí empieza la historia. Era un personaje increíble –una verdadera historia de éxito estadounidense–.
Creció en Wyoming y tenía una gran cabeza para los números. Convirtió eso en ir a la universidad. Luego, consiguió una licenciatura, una maestría y un doctorado en química-física. Después se involucró en el negocio inmobiliario, se convirtió en un magnate y se interesó en ser dueño de un equipo deportivo.
Compró Los Lakers después de algunos eventos increíblemente improbables que llevaron a lo que se muestra en la serie. Pero una vez que fue dueño de Los Lakers, cambió el mundo del entretenimiento a través de innovaciones que se le ocurrieron para los juegos.
Son todas las cosas que damos por sentadas en cualquier evento deportivo hoy en día: música en el estadio, animadoras, colaboraciones entre empresas como compañías de tenis y el equipo... Cosas que Buss hizo primero y que los dueños de equipos deportivos copian en el mundo. No creo que sea posible exagerar su impacto en el mundo del entretenimiento.
¿Lo ve como una figura del tipo de P. T. Barnum, como un estafador o como una persona con mucha suerte?
No fue solo un accidente. Quiero decir, no te conviertes en un doctor en química-física sin un serio esfuerzo y estudio. Definitivamente era una figura parecida a P. T. Barnum porque creía en el poder del pensamiento positivo. Y animaba a la gente a soñar en grande y usaba su confianza como una insignia de honor.
También era un táctico brillante –era un gran jugador de póquer–. Utilizaba esa capacidad para leer a la gente y saber cuándo se iban a caer los tratos y cuál era el movimiento correcto para hacer cuando alguien estaba mintiendo. O solo para saber cuándo le habían ganado.
Era todas esas cosas y como resultado es uno de los personajes más complicados y fascinantes que he interpretado.
Cuando lo eligieron para el papel, ¿cómo se preparó?
¡Tuve siete días para prepararme para este personaje! Fue entonces cuando me ofrecieron el papel, justo antes del episodio piloto.

(Jerry Buss) era parecido a P. T. Barnum porque creía en el poder del pensamiento positivo. Animaba a la gente a soñar en grande y usaba su confianza como una insignia de honor

Se hicieron algunos cambios en el casting y mi amigo Adam McKay me llamó y me pidió que lo hiciera. ¿Conoces ese viejo dicho, “Algunas personas nacen grandes, y otras personas tienen la grandeza impuesta sobre ellos”? Bueno, tenía un gran papel en mi cabeza con siete días para prepararme.
Por suerte, me parezco lo suficiente al tipo que con un poco de ayuda con el pelo y el maquillaje podría llegar a un lugar donde me pareciera a él. Y luego hice un estudio rápido de cómo era el tipo, y eso fue sobre todo a partir de ese gran libro en que se basa la serie.
Esa fue una gran parte de mi investigación. Y luego, a medida que los acontecimientos de su vida me fueron revelados, se volvió más y más divertido con el paso del tiempo.
Dicho esto, debido a la forma instintiva en que tenía que acercarme al personaje, y debido a la cantidad de tiempo que tenía, decidí que una vez que empezáramos a grabar los episodios, solo leería el episodio que estábamos filmando en ese momento; no leería toda la temporada de guiones. Así que cuando estaba actuando, realmente estaba en ese momento con ese personaje: lo que él sabía yo lo sabía.
Creo que eso me ayudó a mantenerlo fresco e instintivo, y también me ayudó a manejar el estrés de interpretar a este tipo... En la segunda mitad de la temporada hay varias escenas emotivas con mucho llanto y disgusto, así como un montón de serias pérdidas personales para Jerry.
No me esperaba que el personaje se metiera en cosas tan intensas. De todos modos, fue algo complejo una vez que entré en la vida que este tipo vivió. Y al final estaba muy orgulloso de lo que hicimos, y de lo profundo que fuimos.
No solo hablamos de un playboy que tuvo suerte; este tipo tenía una vida intensa. Trabajó muy duro. Logró grandes cosas, pero no sin un gran costo para él personalmente.
¿Qué tiene de universal esta historia? ¿Por qué cree que conmoverá a aquellos que no sean aficionados al deporte?
Incluso si no eres un fan de los deportes, una vez que conoces a los personajes involucrados y pones a la gente en esta olla a presión de un juego, con una línea de tiempo al final que determina quién gana y quién pierde, creo que es algo con lo que la gente de todas partes puede identificarse.
Dicho esto, lo que el deporte ofrece al espectador es una cosa; mientras tanto, en lo que la serie se mete es en lo que se siente como ser humano al pasar por estas intensas experiencias.
Los jugadores y todos aquellos involucrados en el equipo de básquet; todos estaban pasando por grandes cosas en sus vidas privadas. Eso es lo que le da a la serie un atractivo humano universal.
Nos adentramos en eventos traumáticos de muchas personas diferentes. La serie también examina las relaciones entre los afroamericanos y los blancos en un momento muy tenso en la historia de Estados Unidos. Es desafortunado que todavía estamos lidiando con esa tensión. Así que la serie realmente examina la cultura.
El baloncesto es solo el conducto por el que nos movemos, pero estamos viendo cuestiones humanas más grandes.
REDACCIÓN DOMINGO
redacción domingo
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