En el musical ‘La La Land: ciudad de sueños’ –que se estrena en Colombia el 25 de diciembre–, Ryan Gosling interpreta a Sebastián, un pianista frustrado que se enamora de Mía, el irresistible personaje interpretado por Emma Stone. Ryan es protagonista de uno de los estrenos más esperados del año. Su director, Damien Chazelle, de 31 años, se volvió una sensación de la noche a la mañana cuando su segunda película, Whiplash, fue nominada el año pasado a cinco premios de la Academia (incluyendo mejor película y mejor guion adaptado).
“Escribí esto antes de ‘Whiplash’ ”, dice Chazelle de ‘La La Land...’, un musical moderno basado en el tradicional género de la edad de oro de Hollywood y la nueva ola francesa.
“Ryan y Emma tienen las dos cosas que necesitaba para que el proyecto funcionara: por un lado, el carisma de la vieja escuela –parecen estrellas de otra época–, y, a la vez, son muy reales y el público se identifica fácil con ellos”, dice el director. “Y ellos –añade– estuvieron dispuestos a tomar el riesgo”.
Sobre la cinta, que ya ganó ocho Critics’ Choice Awards y fue una de las más nominadas a los Globos de Oro (7), y cuyos protagonistas están postulados en la categoría de mejor actor y actriz por el Sindicato de Actores, hablamos con Gosling en Los Ángeles.
¿Por qué decidiste hacer ‘La La Land...’ ¿Qué te atrajo?
Lo vi como una oportunidad única en la vida. Es un musical original, creado específicamente para los cines. Era una oportunidad para trabajar con Emma Stone. Íbamos a estar grabando en Los Ángeles, en locaciones reales, y trabajar también con Damien Chazelle, que está en un momento fantástico de su carrera.
¿En lo personal, eres fanático de los musicales?
Soy más bien fanático de las cintas a las que este proyecto hace referencia –las de Gene Kelly, Fred Astaire y Ginger Rogers, musicales de los años 50 y de finales de los 40–. Pero nunca imaginé que fuera a tener la oportunidad de hacer uno. Solo pensé que era muy ambicioso por parte de Chazelle querer hacer un musical original.
Él había estado trabajando en esto por años; la música estaba lista y ya tenía todas las escenas en su cabeza. Como actor, él es el tipo de persona con el que quisieras estar en un equipo. Quieres dar lo máximo a un director que sea capaz de apostarlo todo.
¿Cuál fue el reto más grande al hacer la película?
El personaje es un pianista brillante, y yo no (risas). Sabía al ver ‘Whiplash’ que era importante para Damien, que es músico, que las interpretaciones se sientan auténticas. También la forma como Damien quería grabar, de corrido, en tomas largas y con pocos cortes. No había forma de esconder nada. Tenía que aprender cómo tocar esas canciones y tenía que estar dispuesto a hacer esas rutinas de baile desde el comienzo hasta el final sin cometer errores muy graves.
¿Cómo te preparaste?
Toqué piano durante cuatro horas diarias por dos meses y medio, junto con las prácticas de baile.
¿Ahora sabes tocar piano?
Pude tocar las canciones en la película, las cuales, gracias a Dios, son hermosas, porque habría sido molesto para todos en mi casa si no hubiera sido así (risas)… Mi casa fue un lugar divertido en los meses que estuve practicando, porque estaba viendo musicales o tocando el piano o escuchando música de la película. Nunca había tenido nada tan lleno de energía.
Te tomaste un pequeño descanso de la actuación y has vuelto con ‘Nice guys’ (junto a Russell Crowe) y esta película. ¿Cómo hiciste para que fuera otra vez divertido para ti?
Bueno, me encantó dirigir mi propia película (‘Lost River’, 2014). Me llenó de energía… estaba muy inspirado después de hacerla.
¿Cambiaste tu forma de acercarte a la actuación?
Paul Bettany tiene una frase divertida. Él recientemente dirigió una película también (Shelter; 2014) y dijo: “Mientras el sol se siga ocultando, nunca volveré a discutir con un director”. (risas)… Entonces sí, tienes más conciencia. Es fácil cuando eres actor, o cuando trabajas en otra área, viendo la película desde esa perspectiva. La persona de vestuario piensa que la película es sobre vestuarios; la de efectos piensa que es sobre efectos; los actores piensan que todo tiene que ver con la actuación. Pero cuando diriges son todas esas cosas juntas, así que ayuda mucho tener en mente eso cuando vas e interpretar un personaje.
Cuéntanos más sobre Sebastián, tu personaje...
Es un pianista de jazz. De pronto si él hubiera nacido 70 años antes habría sido parte de los que ahora son héroes. Pero en una época contemporánea, él es solo un pianista de fondo en un bar.
Él camina por la línea entre ser un purista y un esnob, está tratando de encontrar una forma de no comprometerse al punto de traicionar las cosas por las que ha trabajado, pero al mismo tiempo ya no es un niño y tiene que encontrar una manera de vivir.
¿Te relacionas con esa situación?
Tengo más posibilidades de escoger lo que hago que las que tiene el personaje. Pero podría entender su frustración.
¿Cómo fue tu experiencia con las coreografías?
La forma como Damien las estructuró… por ejemplo, hay una gran coreografía que verán en la película. Empieza con una escena con Emma y yo que se convierte en una canción, y luego en una pieza completa de baile. Y todo eso pasa mientras el sol está cayendo en Mulholland Drive. Lo practicamos por tres meses. Es una toma de seis minutos sin cortes, y no solo tuvimos que hacer bien la escena y la canción, sino también la rutina de baile.
Tuvimos que hacerlo en coreografía con la cámara y antes de que el sol cayera. Fue un reto. Fue emocionante ver equipo y actores trabajando juntos para crear este momento mágico.
¿Cómo fue trabajar con Emma Stone otra vez?
Esta es la tercera vez que trabajamos juntos (‘Estúpido y Lloco amor’, 2011; ‘Fuerza antigánster’, 2013 y ‘La La Land: ciudad de sueños’, 2016). Pasas tanto tiempo tratando de ser amable la primera vez que trabajas con alguien, de respetar sus procesos.
Pero una vez que trabajas varias veces con alguien, esto queda de lado y solo empiezan a trabajar juntos. No son cuidadosos entre sí. No tienes que tratarla con guantes de seda. Puedes subirte las mangas de la camisa y dedicarte a trabajar.
Según Emma, la última vez que bailaron juntos, en ‘Estúpido y loco amor’, ella tenía miedo de que la fueras a dejar caer...
¡Pero nunca lo hice! Entonces eso está todo en su cabeza (risas).
¿Eras buen bailarín antes de ‘La La Land...’?
Pensé que era un talento que tenía, pues de niño hacía el paso del hombre corriendo, y que era tan bueno en eso que podría aplicarlo a cualquier género de baile. Resultó ser que bailar tap es mucho más difícil que el ‘hip hop’ de los años 90 (risas)… Había bailado algo de tap, pero es diferente cuando tienes que hacerlo al mismo tiempo con otra persona.
Después de todo el trabajo duro, ¿todavía tienes el espíritu musical?
Todavía toco las canciones de la película (risas). Tú sabes, creo que esta es una película muy especial, muy ambiciosa. Celebra el cine y su producción, hace un homenaje a las películas que existieron antes, pero a la vez trata de llevar las cosas un paso más adelante.
*Entrevista cedida por Steve Goldman (Lionsgate)
Una carrera ascendenteDesde su salto a la fama en el 2001 con ‘The Believer’, Ryan Gosling se ha convertido en uno de los favoritos de los aficionados del cine. Sus películas incluyen el éxito de taquilla del 2004, ‘Diario de una pasión’, ‘Half Nelson’ (por la cual recibió una nominación al Óscar en el 2007), ‘Lars and the Real Girl’ (2007), ‘Blue Valentine’ (2010), ‘Drive’ (2011), ‘Estúpido y loco amor’ (2011), ‘The Ides of March’ (2011) y la más reciente, ‘La gran apuesta’, de Adam McKay.
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