Frank Dillane se ha tomado con un poco de sorpresa la fama y el reconocimiento que ha recibido, gracias a la serie ‘Fear the Walking Dead’.
Interpreta a Nick Clark, un joven adicto a las drogas que experimenta la transformación brutal del mundo a causa de un extraño virus que convierte a las personas en muertos vivientes.
El actor de 25 años no es nuevo en el negocio, pero la obsesión por este subgénero de terror en la televisión lo ha puesto en el centro de atención.
Hijo del también intérprete Stephen Dillane –recordado por su papel del monarca Stannis Baratheon en la serie ‘Game of Thrones’–, Frank se dio a conocer en la producción ‘Harry Potter y el misterio del príncipe’, en el papel de Tom Riddle, y luego se le vio en la serie ‘Sense8’, de los hermanas Lilly y Lana Wachowski.
Sin embargo, su trabajo en ‘Fear the Walking Dead’ ha generado una atención especial, ya que se trata de una persona con un problema que escapa de ciertos estereotipos televisivos y que ha ido creciendo como parte del arco argumental en esta producción que se gestó luego del éxito de la famosa ‘The Walking Dead’, pero que ha logrado un sello de identidad diferente a su fuente de inspiración.
Nick es un joven problemático que ha escapado muchas veces de la muerte y que con el paso de los episodios tiene que asumir una nueva actitud, pese a que no parece haber exorcizado del todo a sus demonios.
Eso se nota en el episodio que comienza hoy (canal de TV pagada AMC, a las 8 p. m.) y que forma parte del inicio de un nuevo ciclo dentro de su ‘midseason’ (mitad de temporada), en la que una familia de sobrevivientes de un mundo invadido de zombis trata de mantenerse con vida, sufre deserciones impactantes y saborea el dolor de la pérdida y los conflictos morales que impone ese nuevo ‘desorden mundial’.
Dillane conversó telefónicamente con EL TIEMPO acerca de los nuevos retos que asume en ‘Fear the Walking Dead’, tras la coyuntura de ser el protagonista absoluto del episodio que trae otra vez a la vida a esta producción.
¿Cree que su papel en ‘Fear the Walking Dead’ trae consigo un reto adicional porque es un personaje de transiciones fuertes, más ahora que podría ser el centro de la trama en esta nueva etapa de la serie?
Creo que seguirá evolucionando. No sé si él es el centro de la historia; es cierto que lo es en el episodio ocho (con el cual inicia el ciclo final), del que puedo decir que fue el más difícil de rodar en este momento de la serie.
Ese capítulo es uno de los más brutales... ¿Siente que ‘Fear...’ se está orientando a un terreno más aterrador y no tan dramático y familiar como en sus inicios?
Siento que la serie progresa con el objetivo de mantener ambos elementos: mostrarse agresiva y hablar de temas profundos por medio de sus personajes.
Pero se esperan giros radicales en esa fórmula...
Mientras el mundo avanza hacia el apocalipsis, creo que habrá un protagonismo más grande de la violencia en la vida de las personas que deben lidiar con ese nuevo panorama. Me gustaría que Nick experimentara un cambio orientado a una naturaleza animal, en lugar de someterse a la idea de buscar la seguridad (que sea más arriesgado). Eso, creo, es más interesante.
A eso hay que sumar la contradicción de ser el personaje más disfuncional pero a la vez el más humano y cerebral en situaciones extremas...
Claro, no olvidemos que él se enfrenta al hecho de que el mundo se puede acabar, y por eso asume un papel indefinido: puede ser un héroe o un villano, de acuerdo con las circunstancias.
Una vez hablamos con Rubén Blades (que interpreta a Daniel Salazar en la serie) y él dijo que sentía un poco de miedo al ser parte de un programa como estos, que son adorados por millones de fanáticos. ¿Siente lo mismo en este momento?
A veces es extraño ser tan reconocido por tu trabajo. A mí no me gusta tanto; la privacidad es una parte esencial de la vida.
Lo más interesante de la serie es que se despega de su antecesora, ‘The Walking Dead’, y eso ha sido un punto clave en su éxito. Luego de dos temporadas, ¿cuál es el secreto de tanta atención?
No sé, pienso que aparecimos en un momento que se considera la época dorada de la televisión. Creo que la serie es una apuesta vibrante que juega con una fascinación hacia la expresión del instinto animal.
¿Y la supervivencia también juega en ese contexto?
Es importante, pero creo que no es la prioridad en esta producción. Hay cosas más relevantes, como el manejo de la violencia y cómo eso afecta, por ejemplo, a los más jóvenes.
¿Pero también hay un protagonismo importante de la cultura mexicana en esta temporada?
Claro que sí. Ya que ellos tienen una manera diferente de vivir la vida y a la vez de asumir la muerte, hay un aspecto festivo y simbólico que se convierte en algo interesante dentro de una serie que también tiene una posición fuera de lo común acerca de lo que significa vivir o morir.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
Cultura y Entretenimiento