Jairo Pinilla, el director colombiano al que adoran en los circuitos del cine fantástico y de terror, está más feliz que nunca.
Ahora está revisando su nueva aventura en la gran pantalla: una película en 3D que contará una historia de posesiones y brujería.
Pero esa emoción también está amplificada ahora, ya que este caleño de nacimiento (desde los 4 años vive en Bogotá) de 73 años será homenajeado con el reconocimiento a toda una vida de los premios Macondo (considerados como los Óscar colombianos) que se entregarán el próximo jueves.
Con más de 40 años dedicados al séptimo arte y con una historia en la gran pantalla avalada por producciones como ‘Funeral siniestro’, ‘27 horas con la muerte’, ‘Área maldita’ o ‘Por qué lloran las campanas’, Pinilla sigue dando la pelea y estando en la película.
Es posible que el cine no le haya dado plata, pero eso sí, le ha mantenido la emoción en niveles extremos y un reconocimiento especial de muchos fanáticos de esas historias que muchas veces rompieron los esquemas de lo que se veía en el cine nacional y que le están ayudando en ese nuevo proyecto para la pantalla grande: ‘El espíritu de la muerte: poder satánico’.
“Yo no fui a una escuela de cine. A mí me tocó aprender todo acerca del cine porque todo eso era muy caro (...). Yo aprendí a hacer cine porque no tenía plata”, insiste el realizador.
“Fui el primero en hacer un corto argumental cuando otros hacían documentales. Era ‘Cóndor el mago’ (1974), fue mi aprendizaje para luego dedicarme al largometraje”, recalca.
Él también recuerda que fue el primero en hacer una película totalmente en inglés: ‘Triángulo de oro: la isla fantasma’, pero más allá de recuerdos y triunfos de otras épocas, asegura que tiene toda la atención puesta en su nueva película. “Voy a ser quien estrene la primera película colombiana en 3D”, insiste.
El cine puede ser adictivo para Jairo Pinilla. “A mí me fascina lo que es más difícil, por eso yo nado contra la corriente. A eso súmele que me encantan las películas”, explica este ingeniero electrónico que una vez hizo un curso en Ciudad de México, en la década de los años 60, pero los fines de semana nadie lo podía sacar de los famosos Estudios de Churubusco.
“Me saqué un ojo haciendo cine y ahorita me estoy matando para sacar ‘tronco’ de película”, asegura.
“No quiero que se acabe el cine de historias grandes y que quede solo ese cine que parece una montaña rusa”, reflexiona antes de comentar que con ‘El espíritu de la muerte’ podría despedirse del cine. “Hasta que se me ocurra otra idea bien verraca”, finaliza.
Me saqué un ojo haciendo cine y ahorita me estoy matando para sacar ‘tronco’ de película
Al director Jairo Pinilla le gusta hablar de la muerte, los miedos profundos o los fantasmas. Todas ellas, cosas que lo asustan fuera de las cámaras, pero que él dice haber aprovechado para entretener al espectador. Sin embargo, nunca hay malas palabras o escenas subidas de tono en sus producciones. La última película que terminó fue 'Por qué lloran las campanas' (2005): una cinta de suspenso y drama que tuvo una proyección muy limitada.
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