“Pasé de rodar un corto en el sótano de mi casa a hacer una película en un set de Hollywood”: David F. Sandberg cumplió el sueño de cualquier cineasta.
El sueco, guionista, director y amante del terror, envió a varios festivales su cortometraje Lights Out. Fue en el 2013. Su esposa, Lotta Losten, protagonizaba la historia de dos minutos que conquistó varios premios y reconocimiento gracias a su difusión en las redes sociales.
Quizás el hecho más importante fue ser visto por varios productores que ruedan en la gran meca del cine estadounidense, entre ellos el nuevo genio del género del horror James Wan (de la saga El conjuro).
“Él enriqueció el guion porque el corto es una mirada más bien simple del terror. Le hizo cambios puntuales, llevando la historia más hacia los fantasmas, a un relato en el cual la protagonista sabe algo que el espectador desconoce”, explica Sandberg durante un encuentro con los medios, uno de ellos EL TIEMPO, por el estreno de su primera película.
Lights Out se convirtió en largometraje, titulado en español 'Cuando las luces se apagan' y que ya se puede ver en los cines del país. Teresa Palmer y María Bello encabezan el elenco.
“Me encantó la historia, el desarrollo de los personajes, la forma compleja como plantea la relación de una madre con su hija”, dice Bello, intérprete que da vida a Sophie, una madre con un grave desequilibrio mental, afección por la cual debe medicarse constantemente.
“Una de las razones por las que acepté el personaje es que, más allá del susto fácil de una película de terror, la trama aborda un drama familiar de una mujer con problemas mentales que afectan a todo su entorno. Ella no puede discernir la realidad de la fantasía”, agrega la actriz estadounidense recordada por su papel en Una historia de violencia (2005), al lado de Viggo Mortensen.
'Cuando las luces se apagan' retrata la obsesión de Sophie por Diana, una entidad paranormal a quien ella ve como una amiga y que solamente se revela en la oscuridad.
Rebecca y Martin, los hijos de Sophie, deben lidiar con la inestabilidad emocional y mental de su madre, hasta cuando Diana los ataca.
El debut del realizador David F. Sandberg (Jönköping, Suecia, 1981) ha tenido un discreto paso por los teatros; sin embargo, los 110 millones de dólares que acumula hasta la fecha significan una ganancia significativa para una película que costó cinco millones.
“No sabía nada del contexto de Hollywood, así que la primera vez que me paré en el set a dirigir fue intimidante. La verdad, no sabía cómo funcionaban muchas cosas. Incluso tuve que preguntar si debía decir ‘acción’”, bromea el realizador, quien confirmó un nuevo trabajo con James Wan en la segunda entrega de Annabelle (prevista para estrenarse en el 2017).
“Creo que de las cosas más interesantes de este proceso ha sido sorprender a la audiencia y no darle lo obvio que sucede en todas las historias de terror. Hacerlos reír en algún punto también nos saca de ese molde”, agrega el sueco.
Para Bello, quien en 25 años de carrera ha enfocado sus papeles en dramas o comedias, el paso por el cine de terror le cambió la perspectiva de una manera que, incluso, la tiene a punto de considerar volver a trabajar con alguien como James Wan.
“Disfruté compartir con los otros actores. David es un estupendo director, práctico y talentoso. Y ni hablar de James, que siempre estuvo alrededor aportando ideas locas salidas de su cabeza”, cuenta la intérprete, quien terminó la charla haciendo una confesión a los periodistas: “Yo no puedo dormir con la luz encendida, siempre lo hago a oscuras. ¿Y ustedes?”
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