'The Walking Dead' podría entrar en el peligroso terreno del aletargamiento al encerrarse en un círculo vicioso de pequeñas tensiones que si se exageran, darían paso a un conflicto convertido en puro paisaje. Con el estreno de su más reciente episodio ('Service') se repitieron ciertos esquemas que, gracias a un ejercicio de tensión, no se convirtieron en situaciones tan predecibles.
La llegada de Negan a Alexandria para cobrar su primer tributo y reecontrarse con Rick fue algo esperado por muchos. El antagonista mantuvo sus dotes de humor negro y control sicológico sobre sus víctimas aunque -hay que decirlo- exageró ciertos ademanes que ya han revelado pistas acerca de su personalidad.
La idea de una revolución en contra de Rick y las nuevas circunstancias de vida se reflejó en las acciones de Michonne y de Rosita, mientras el líder caído reflexionaba acerca de la necesidad de mantener todo bajo control para no perder más vidas.
El trauma por lo ocurrido con Abraham y Glenn logró afincarse en la mente de un Rick cada vez más inestable y asustado a través de una verosímil actuación de Andrew Lincoln que logra contagiar de desesperanza y confusión a ese espectador que sueña con una venganza radical. Pero cuidado, pues todo irá pasando a su tiempo y eso lo saben los creadores de esta producción que parece estar configurando un ciclo de contexto dramático pues hay que llenar una trama y todavía faltan Cuatro episodios para el cierre de la mitad de temporada.
Pero ahí está el riesgo de la receta pues puede llevar a un terreno de emociones neutras y reacciones sorpresivas, de esas que incitan el grito herido o la lágrima del espectador. En el episodio que se emitió ayer no se alcanzó a generar un revolcón fuerte. Fue interesante ver la cara de los vencidos, pero es cierto que ante una mayor duración del episodio se esperaba más adrenalina o a un Negan tan mortífero como en su presentación y no tan cargado de tics o resabios.
Este es el momento para que comience lo que muchos esperan: la venganza y es factible que como seguidores muchos nos estemos apurando, pero en la mitad de un primer ciclo sería un gran regalo para los fanáticos un golpe certero y emocional que no se limite solo al episodio final para dejar las emociones en punta, sino que recuerde el nivel prometido de dolor que se promovió.
En términos generales fue un poco de lo mismo, aunque hay que reconocer la impactante confesión de Rick acerca del origen de Judith, algo que muchos pensaban, pero que ahora quedo totalmente claro. Creo que la idea de contextualizar es interesante, pero ya se cubierto de buena manera en esta etapa de la serie. Esperemos que el retorno de Maggie y la posible fractura de la hermandad con Rick rinda los frutos esperados: más emoción y más acción.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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