“La televisión fue inaugurada en Colombia el 13 de junio de 1954, durante el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, quien quedó impresionado por el nuevo invento durante su estadía en la Alemania nazi”, dice Wikipedia.
Felices 67, amiga tele. Y gracias por estar ahí, siempre, para relajarnos, gozar y aburrirnos.
La programación del primer día comenzó con el Himno Nacional de la República, la intervención del general Rojas Pinilla, un noticiero internacional, Tele News, un recital en directo del violinista Frank Preuss y la pianista Hilda Adler, la obra de teatro El niño del pantano y la picaresca de Los Tolimenses. Política, noticias, ficción, chistes y algo de arte.
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Nació política y se mantiene política. Rojas la hizo para seducir pueblo y quedarse en el poder, Lleras mandó a ver televisión para que la gente dejara de protestar, Uribe gobernó a punta de consejos televisivos y Duque convirtió a la casa de gobierno en una casa estudio.La pantalla fue premio de repartijas políticas en los noticieros en el siglo XX y Duque sacó del aire a Noticias Uno porque lo criticaba.
A pesar de tanto maltrato politiquero, la televisión es nuestra máquina cultural de recuerdos. Por ejemplo, hay que acordarse que en los 60 y 70 se cumplía años en televisión con la conducción de la señora más importante de la pantalla, doña Gloria Valencia de Castaño, se cantaba… “Feliz cumpleaños amiguito, les desea ponqué Ramo, que el recuerdo de este día llegue hasta los tuyos, con la misma sana alegría de primer cumpleaños…”. Y este cantico es nuestro canto popular.
Ya en lo cultural la pantalla nos espejea como nación. Somos como Sábados felices, un chiste de 49 años. Un país de cuentachistes y mucha risa machista, homofóbica, racista, clasista, xenofóbica.
Somos como nuestros noticieros. Solo importan los políticos y se informa para defender al establecimiento (la versión del poder) y a la policía (la represión oficial).
Somos tan raros como tener El minuto de Dios (66 años que retrata un país donde la religión manda), El boletín del consumidor (se supone que es para defender a los consumidores, pero es solo vitrina para el señor Armel), Prevención y acción (Guinness récord de la nada).
Menos mal somos como nuestras telenovelas. En sus historias descubrimos y aprendimos a ser costeños, paisas, vallunos en los años 80; pasamos a ser urbanos con Café, Pedro y Betty. nos reconocimos narcos con El cartel, Sin tetas y Escobar; con las bionovelas a lo Diomedes, Joe, Marbelle confirmamos que aquí cada uno con su talento porque no hay más.
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Si quiere saber más de nuestra historia, vaya compre y lea el libro de don Fernando Restrepo Suárez, De la televisión y otras memorias, una crónica gozosa de cómo se hicieron la televisión y la Colombia que habitamos. Él tiene toda la autoridad ya que fundó la televisión con Fernando Gómez Agudelo.
Feliz cumple para la tele colombiche.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
orincon61@hotmail.com