Park Chan-wook es recordado en Colombia por Oldboy, la película que lo consagró en el ámbito internacional. En esa cinta se sintetizaban los elementos esenciales del estilo de este talentoso director surcoreano: la exaltación estética de la imagen y la estilización de la violencia.
Elogiado en occidente por figuras como Quentin Tarantino, Chan-wook regresa con una cinta que se sale ligeramente de los parámetros de su obra: La doncella.
Basada en la novela Fingersmith, de Sarah Walters, y adaptada a la Corea de la década de los años 30, La doncella cuenta la historia de una heredera japonesa que vive encerrada en la lujosa mansión que le dejaron sus padres.
Bajo el cuidado de su excéntrico tío, el destino de Lady Hideko parece ser la adoración de su cuantiosa herencia en medio de la soledad.
Pero un día llega a la casa una joven sirvienta coreana que con su encanto se va ganando la confianza de Lady Hideko, quien ignora que todo es una estratagema de un vividor que trata de apoderarse de su fortuna.
La doncella constituye uno de los espectáculos visuales más hermosos que han pasado por nuestras pantallas en mucho tiempo. Cada uno de los planos es digno de ver, desde los que muestran los suntuosos jardines, pasando por la apabullante belleza de la mansión, hasta las delicadas batas de seda y los sugestivos juguetes sexuales.
¿Y la tradicional violencia de Park Chan-wook? En este caso es más psicológica que visual, aunque quizás algún espectador encuentre excesivas unas escenas sadomasoquistas que no desentonan en esta fastuosa cinta, que funciona de maravilla durante dos tercios de la proyección y remata con un cierre más bien flojo.
‘La doncella’: **** Dirección: Park Chan-wook Con: Min-hee Kim, Jung-woo Ha, Jin-woong Jo Clasificación: 18 años
*: Mala **: Floja ***: Regular ****: Buena *****: Excelente