El cine coreano configura una de las cinematografías más fuertes del momento. No solo por esa impactante manera de mezclar géneros, sino por un trabajo visual y un ritmo cinematográfico que ha sido capaz de romper esquemas y resonar en las últimas décadas, principalmente en los mercados comerciales internacionales.
Muchos relacionan el séptimo arte de ese país con filmes como Oldboy, Simpathy for Lady Vengeance o Snowpiercer, que fueron halagadas por la crítica y lograron convertirse en piezas de culto entre millones de cinéfilos.
Sin embargo, la mirada del cine coreano es más amplia y escapa del contexto de géneros como la acción o el thriller. Precisamente, eso es lo que busca exponer el Festival de Cine de Corea 2017, organizado por la Embajada de la República de Corea, que trae un paquete de siete producciones, que puede parecer pequeño, pero que es sustancioso en su deseo de acercar al drama, al romance o la épica histórica.
El festival se realizará del primero al 5 de agosto en el Cineclub de la Universidad Central de Bogotá y se extenderá a ciudades como Pereira, del 3 al 8 de agosto, en Cine con Alma, de la Cámara de Comercio.
En Bucaramanga se podrán ver algunas películas en el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, el próximo 11 de agosto.
Igualmente, el ciclo tendrá un espacio en la Cinemateca del Caribe, de Barranquilla, del 10 al 16 de agosto; y en Medellín, en el Centro Colombo Americano, del 17 al 21 del mismo mes. En la Universidad EAFIT estará el 25 de agosto.
Una de las propuestas que se verán es Bienvenidos a Dongmakgol, un drama bélico, dirigido por Park Kwang-hyun, en el que se cuenta la tragedia de un grupo de soldados de diferentes bandos durante la Guerra de Corea. Los militares terminan encontrándose en una población que no sabe del conflicto.
Esta será la cinta que inaugurará oficialmente el encuentro en Bogotá, en el Teatro México de la Universidad Central, el próximo 3 de agosto.
Precisamente, en esta apuesta cinematográfica lo que comienza como un choque de ideologías termina desvaneciéndose ante la necesidad que tienen los enemigos de trabajar por un objetivo común.
En el mismo contexto de guerra y lazos de amistad se suma Primera línea (del realizador Jang Hoon), que explora la contradicción de dos soldados a los que ciertos acontecimientos los convierten en enemigos.
En los terrenos del drama juvenil, la propuesta es Duresori (de Cho Jung-rae), sobre dos jóvenes que tienen que cursar unas materias para equilibrarse académicamente y experimentan un cambio importante en sus vidas.
Inversamente proporcional es el arco argumental en el que se mueve la comedia romántica Mi amor, mi esposa, dirigida por Im Chan-sang.
Un retrato divertido y retorcido de lo que significa pasar del idílico romance a la rutinaria y, a veces, destructiva convivencia.
A los amantes de la acción policíaca, uno de los géneros con los que Corea se ha ganado un puesto de privilegio en la industria del cine mundial, los van a consentir con A Hard Day, de Kim Seong-hun.
Un ejercicio de acción y suspenso brutal que no decae a pesar de tener pequeñas dosis de humor: Un policía tiene un giro radical en su vida cuando, accidentalmente, atropella a una persona, lo que desencadena una serie de malas decisiones y mentiras peligrosas.
Cierran el ciclo La época del desenfreno (Jong-bin Yun), otro relato en el que un grupo de revolucionarios se levanta contra los poderosos y pretende equilibrar las cargas y redistribuir las riquezas, y Cómo robar un perro (del realizador Eom Yong-hun), una tierna historia en la que un niño planea cómo sacar a su familia de una crisis económica.
Los interesados en conocer más detalles de las películas, los horarios y las salas en las que se proyectarán deben acceder a la cuenta oficial de Facebook de la Embajada de la República de Corea: Embajada de Corea en Colombia.
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