La primera sorpresa en la notable interpretación que hace el actor Brian Cox del primer ministro británico Winston Churchill es su profunda humanidad. “No es retratado como el acostumbrado guerrero indomable, sino incluso como uno débil de corazón”, escribió el diario ‘The Guardian’.
Cox protagoniza ‘Churchill’, la película que se estrenó la semana pasada en Colombia y llega precedida de una generosa expectativa. El personaje ha perseguido al actor escocés a lo largo de su vida, pues hace algunos años participó en un proyecto sobre la relación entre el líder británico y el estadounidense Franklin D. Roosevelt.
Esta vez, la investigación histórica de Alex von Tunzelmann revela los reparos previos de Churchill a la invasión aliada de Normandía, recordada como ‘el día D’: “En lo personal, no tenía idea de esta oposición al día D –dijo Cox en entrevista con los productores de la cinta–. Esto es una ventaja para el guion, ya que trae un hecho poco conocido a la mesa y así me pasó con varios detalles”.
A pocas horas del desembarco, la tempestad interior del ‘premier’ británico se agita al recordar el fracaso de una operación similar en Gallipolli (Turquía), durante la Primera Guerra Mundial. Churchill grita, se opone, y solo encuentra contrapeso en la voz firme de su esposa, Clementine (la actriz Miranda Richardson).
La película se mete en la intimidad de un Churchill tembloroso, a punto de estallar ante el espejo, en ropa interior. “Lo maravilloso del guion es que te mueve, no te deja quieto. Tiene sus brillos, sus momentos”, agregó Cox.
El director Jonathan Teplitzky asumió el reto de desmitificar a personajes de leyenda y mostrarlos en su dimensión humana. “Se convirtió en algo más personal, más contenido –afirmó Teplitzky–. Un retrato mucho más íntimo, en lugar de tratar de mostrar la relevancia que tuvieron para la historia”.
