Biassini Segura se convirtió en el Cadáver por accidente. Su mejor amigo en la vida real, el actor mexicano Ricardo Abarca, le pidió que le ayudara en una escena para una audición de la película ¿Qué culpa tiene el niño? Rodada en ese país.
“El tema era de necesidad porque el protagonista original se les había caído. Lo interesante fue que nos llamaron a los dos; nos pidieron que viajáramos de urgencia a México. Así terminé en un casting que no esperaba”.
El actor bogotano interpreta al amigo inseparable de Renato (Abarca) en este filme, en cartelera en los cines del país.
“Le pregunté al director (Gustavo Loza) por qué me había elegido a mí, si tenía cualquier cantidad de actores mexicanos para escoger. Su respuesta me dejó abrumado: ‘Yo necesitaba al mejor amigo de Ricardo y lo conseguí. Disfrútalo’”, recuerda Segura, actor con una larga trayectoria en el cine, la televisión y, sobre todo, en el teatro.
Renato y el Cadáver son inseparables en ¿Qué culpa tiene el niño? Parecen muy distintos, pero a ambos les gusta la buena vida, las chicas fresas (adineradas) y hacer poco y ganar mucho dinero. Luego de colarse en un matrimonio y pasar una noche loca con Maru y sus amigas, la cotidianidad del par de amigos no será la misma: Renato será papá.
¿Qué culpa tiene el niño? se convirtió en la tercera película más taquillera en la historia del cine mexicano, después de No se aceptan devoluciones y Nosotros los Nobles.
Sobre su personaje, Segura afirma: “Me sumergí lo que más pude en la jerga mexicana, pero el director insistió en que mi personaje fuera colombiano, porque no quería arriesgar la actuación por el acento. Fue un reto enorme para mí, pero creo que lo logré”.
Ocupado en la grabación de la comedia televisiva Las Vegas, codirigida por Fabio Rubiano y Ramiro Meneses, y que emitirá RCN, y de gira con la obra Labio de liebre, Biassini (34 años) ya tiene propuestas para seguir actuando en México.
“Mi vida profesional ha sido inesperada (…) Han sido golpes de suerte, sustentados con el trabajo juicioso que he hecho. Entre toda la gente que me vio allá, hay algunos productores que me enviaron sus propuestas que debo estudiar”, cuenta.
Casado y padre de dos niñas, este egresado de la Academia Superior de Artes de Bogotá se enfoca en su trabajo.
“La gente a veces se pregunta quién soy yo, porque no salgo en las revistas. Pero es que mi tarea no es ahí, sino en el escenario, en un estudio, en un set. Allí es donde debo canalizar la energía”.
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