Pensando, como todos, que el cierre, por la pandemia, no sería tan largo, Fabio Rubiano y Marcela Valencia, fundadores del Teatro Petra, dejaron en el escenario, un lejano 14 de marzo, toda la escenografía de 'Labio de liebre', la obra que venían presentando.
“Ahí estaban los conejos, la liebre, las gallinas, la vaca... Y un día, pasado el tiempo, Marcela subió al escenario porque los sintió solos, abandonados, como si se estuvieran preguntando ‘¿qué pasó?, ¿por qué nos dejaron aquí?’. No es esoterismo, ni nada, pero había esa sensación. Y también, cuando veíamos los vestuarios colgados, era como si nos preguntaran ‘¿qué pasó si veníamos tan bien?’”, cuenta Rubiano.
Y agrega que Cielo, el personaje de 'Yo no estoy loca', la obra con la que reabrieron el pasado miércoles, un monólogo de Valencia, también estuvo siempre ahí, con su fortaleza.
“Cuando empezaron a sonar vientos favorables para volver, dijimos que regresaríamos con Cielo, ese personaje que Marcela lleva sobre sus hombros, porque nos da el significado del peso de sostener el teatro y mantener al público atento a nuestras creaciones”.
La obra se presentará hasta el 7 de noviembre con tan solo 28 personas en la sala por función, para seguir las normas que dicta la emergencia actual.
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Ha sido duro ver tan poca gente, “pero el hecho de abrir, de volver al ritmo que teníamos en marzo, ha sido muy edificante y conmovedor. El asunto es que aunque el público se redujo al 20 o 25 por ciento de la sala, las tareas y los trabajos del equipo técnico y administrativo se multiplicaron por tres”, agrega.
El grupo ha tratado de asumirlo como un juego, “en el buen sentido de la palabra, como un juego teatral, todo el equipo está muy organizado. Ha sido divertido, porque adecuamos el espacio de manera que no fuera incómodo, ni triste ni con sensación de enfermedad o de clínica; pusimos luces, flores, hojas de mentiras, pero que dan un sentido tropical, de jardín”.
Valencia se pone el alma de Cielo, una mujer que no es dócil, discute, toma decisiones radicales, alza la voz y exige sus derechos en esta obra escrita por Rubiano.
Una día cualquiera, Cielo llega a su casa y encuentra a su esposo teniendo sexo con otra mujer. Pero, ¡sorpresa!, no dice nada, no hace escándalo, no pelea. Lo insólito es que hace una cena para todos, incluyendo a la amante.
Y, por supuesto, la primera frase que aparece es: ‘Está loca’. La dicen el esposo y la amante, y la repiten los amigos y los familiares; todos con insistencia.
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Valencia, que es una de las mejores actrices de su generación, afirma que “esta pieza es un espacio para hablar de algunos temas personales y decantar rabia y frustraciones”. Saca a flote todo su talento para hacer quince personajes que hacen reír y reflexionar.
Rubiano y Valencia han podido regresar para ver su casa con vida. “Venir en los días de cierre era muy duro, yo lo hacía con frecuencia para revisar la alarma, destapar sifones, recoger hojas que caían de los árboles. Pero era fuerte, porque había momentos en los que daba una sensación de desolación”, cuenta Rubiano.
'Yo no estoy loca’. Hasta el 7 de noviembre. Miércoles a sábado, 8 p. m. Teatro Petra, cra. 15 bis n.° 39-39, Bogotá. 28 sillas por función. Boletas: $ 44.000 en tuboleta.com.
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