Primo Rojas es un comediante muy efectivo. Tiene un público fiel, siempre pendiente de sus presentaciones porque saben que los hará reír, y esta es la mejor terapia del ser humano para enfrentar las dificultades de la cotidianidad.
Ahora se encuentra en temporada en el Teatro Nacional Fanny Mikey con su nuevo espectáculo, cuyo título es por demás sugestivo, 'El traductor'.
Se trata de una historia nueva contada por el personaje vestido de falda larga y la melena crespa tipo león que ya conocemos, una mezcla entre dama bien y ñero, especie de individuo callejero típico de Bogotá.
Rojas, consentido por su público, sabe que sus mohínes –que por momentos hacen recordar a Mel Brooks–, los jugueteos que hace con la voz, sus lloriqueos tan particulares, sus carreritas por el escenario mientras se agarra la falda y sus exageradas tiradas al piso, siempre lograrán arrancar sonoras carcajadas. Así que muy poco tiene que preocuparse por buscar alguna novedad.
El tema de cada show es poco más que un pretexto para volver a presentar a su personaje. En esta ocasión, luego de hacer su acostumbrada introducción hablando de los técnicos del teatro, nos cuenta la absurda historia de un ñero que es contratado como traductor de una conferencia de un elegante caballero inglés.
Para salir del paso, ante la imposibilidad de traducir, el ñero cuenta una divertida historia de un pastuso, con su cuy, cuando decide convertirse en andariego del mundo, como una nueva versión del picaresco Pedro Urdemales del Siglo de Oro español, pero con la ingenuidad que caracteriza a los pastusos en los chistes populares.
Es admirable cómo el comediante logra mantener al público pendiente de sus ocurrencias, por exageradas y absurdas que sean, durante cerca de dos horas.
Teatro Fanny Mikey. Calle 71 n.° 10-25. Sábado, 6 p. m. y 8:30 p. m. Domingo, 6 p. m
ALBERTO SANABRIA
Crítico de teatro
sintelones@hotmail.com
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