Tiberio Cruz y Jorge Soto son dos actores de televisión. El primero se dio a conocer en la primera edición de Protagonistas de novela, en el 2002, la de Jáider Villa. El segundo fue El Chiqui, el hermanito de Pablo, en De pies a cabeza, la serie de televisión de mediados de los noventa. Ellos, junto con la actriz de teatro Luisa Acuña se están presentando los sábados en el Teatro Charlot, en Chapinero, con una obra en la que se burlan de los sinsabores que suelen vivir los artistas de televisión, muchos de los cuales, ante la falta de trabajo en la pantalla chica, terminan haciendo montajes de teatro.
La discreta manera de vivir es el nombre de la obra, dirigida por Paola Barrera, que comienza con la interpretación de El avaro, de Molière, con los actores vestidos y maquillados según la época, hasta que uno de ellos olvida la letra y corta como si se tratase de una grabación. El otro le dice que en teatro eso no se puede hacer y ahí comienzan a interpretarse a ellos mismos, entre la realidad y la ficción.
Los dos de televisión sacan a relucir jocosamente sus frustraciones, mientras que la actriz de teatro permanece “en el personaje”, lo que da pie a un juego divertido entre los tres.
Por el camino, suena la canción de Maná De pies a cabeza, y Jorge Soto explota: “Quiten esa mierda de canción”, dice, cansado de que lo llamen Chiqui. “¿Por qué siempre me ven como a un niño?, ¿por qué no me dan un personaje de carácter?, ¡yo puedo!, ¡ya me salió barba!”, reclama entre las carcajadas del público.
Cruz también se queja de que siempre lo señalen como “protagonista de novela, y nunca he protagonizado nada”.Debajo de las risas, una conmovedora reflexión sobre la profesión del actor.
Alberto Sanabria
Crítico de teatro
sintelones@hotmail.com
Calle 70A n.° 9-51. Sábados, 8 p. m.