Para aquellos que nunca han ido a un Salón Nacional de Artistas, la palabra ‘salón’ puede, a primera vista, transmitirles la idea de que ocupa un solo lugar. Nada más equívoco, se trata de un evento que se realiza en museos y en otros espacios, incluso al aire libre y que moviliza a miles de personas, entre artistas, curadores, profesores, público general, críticos, gestores, etc.
Tampoco es del todo nacional, porque desde hace varias ediciones el Ministerio de Cultura –que lo organiza– es consciente de que en un mundo globalizado hablar de un arte nacional cierra el diálogo con otras culturas y la posibilidad de mostrarle al público distintas miradas frente a situaciones que nos afectan: la economía, el medioambiente o la soberanía alimentaria, por ejemplo.
En esta ocasión –que se realizará en Pereira, ciudad que recibirá a más de 100 artistas de Colombia y otros países– se partió de su denominación como Paisaje Cultural Cafetero para configurar exposiciones, seminarios y charlas que tratan sobre cómo los artistas cuestionan la idea de territorio o de paisaje. Por ejemplo, con obras que plantean que el paisaje no es algo externo a quienes viven en grandes ciudades, que son espacios con o sin presencia de naturaleza –más de un tipo simbólico– o que están en constante transformación.
“El Salón ha sido central en la posibilidad de articular el campo artístico en torno a un momento específico del país”, menciona Carolina Ponce de León, asesora de Artes Visuales del Ministerio de Cultura.
Y en la coyuntura actual, en la que se habla de restitución de tierras, de reinserción de miles de colombianos a la vida civil, pero también en la que las ciudades pasan de tener pequeñas casas a ser dominadas por rascacielos, salta la pregunta de qué es un paisaje y un territorio y cómo ambos se configuran y modifican; la necesidad de reflexionar sobre todos los tipos de paisajes y sobre cómo estos enseñan a valorar los recursos naturales.
Diálogos de varias épocas
El Salón también pretende mostrar un panorama de las prácticas artísticas por fuera de Bogotá, labor que estuvo a cargo de uno de los curadores, Guillermo Vanegas, quien recogió un listado de artistas contemporáneos y de gestores culturales, con el apoyo de la Alcaldía de Pereira, el Instituto Municipal de Cultura y Fomento del Turismo de Pereira y de la Cámara de Comercio de esa ciudad.
Esas obras ‘conversarán’ con otras de algunos artistas ya fallecidos como Gonzalo Ariza, Ethel Gilmour o Débora Arango. De esta última se expone ‘El tren de la muerte’ (1948), que hizo tras oír una noticia en la radio acerca de la masacre de las bananeras.
Pintura que entra en diálogo con una reciente del costarricense Óscar Figueroa, quien, a través de un viaje por las líneas de ferrocarril que usó la United Fruit Company, trae al presente un hecho que nos cuestiona hasta dónde llegan los humanos con tal de tener poder económico y territorial.
“Se verá una instalación con dibujos que sacan las estructuras económicas que modificaron y controlaron gran parte del campo en Centroamérica”, cuenta Inti Guerrero, quien buscó a los artistas internacionales, que vienen de Indonesia, Mali, Inglaterra o Turquía.
Sin embargo, en este salón habrá una prevalencia de nacionales, respecto al anterior, que se realizó en Medellín en el 2013. En esto hizo énfasis el equipo curatorial, conformado por Vanegas, Guerrero, Rosa Ángel y Víctor Albarracín.
Ellos plantearon cuatro ejes conceptuales: ‘Territorios en construcción’, ‘Autonomía provisional’, ‘La trocha como método y Contaminaciones’. “Nosotros decimos ‘uy, esto está muy trochero’ cuando las cosas no son fáciles o hay que buscar un camino alterno para poder llegar a lo que uno quiere llegar”, comenta Ángel, directora artística del Salón sobre estos dos últimos, sobre las formas de acceder al conocimiento y en las que está el arte, ya que muchas veces una obra puede ser contundente a la hora de sensibilizar a alguien sobre un hecho.
Las obras se verán en el Museo de Arte de Pereira, el antiguo Club Rialto, la Alianza Francesa, el Centro Colombo Americano, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Tecnológica de Pereira y el parque Olaya Herrera. Sin embargo, durante los próximos 60 días pueden suceder ‘performances’ en la calle o que aparezcan esculturas sorpresivamente en los parques.
Por primera vez en la historia del salón –cuya primera edición se dio en 1940– habrá un componente editorial. Tendrá 13 publicaciones que integran disciplinas como la historia o la antropología con el arte, y que van más allá del catálogo con sus memorias. “A través de esas ‘contaminaciones’ podemos mostrar lo que hay por explorar y el deseo de los artistas y la gente de la cultura en el país por ir en una dirección que expanda sus modos de expresión”, señala Albarracín. Porque, finalmente, “este salón es un llamado a generar pensamientos más que a la contemplación”, finaliza Rosa Ángel.
¿Cuándo y dónde?
Del 16 de septiembre al 14 de noviembre, en Pereira. Más información en la página: 44sna.com y en redes sociales con la etiqueta #44SNA. Gratis.
‘Curare alterno’, evento paralelo al SalónEn simultánea con el Salón Nacional de Artistas se realizará el ‘Curare alterno’, con obras, actividades y performances en espacios de la ciudad como Armada 62, el Centro Comercial Pereira Plaza y el Auditorio Santiago Londoño, entre otros. Se realizará también en Manizales, Bucaramanga y Veracruz (México).
La palabra ‘Curare’, explican los gestores en su página web, tiene que ver con la noción de ese veneno ancestral como antídoto o cura a “la inmovilidad expectante propia del mundo del arte y sus consecuencias en la actualidad. Esta es una iniciativa de un grupo de curadores, gestores culturales e investigadores, que tendrá además la Muestra Internacional de Videoarte NIO 5, 33 piezas visuales de Colombia, Perú, Brasil e Inglaterra. Será el 19 de septiembre, de 9 a. m. a 12 m., en la Universidad Tecnológica de Pereira y el 26 del mismo mes, de 5 a 8 p. m. en el barrio Corocito, en esa ciudad.
Toda la programación en curarealterno.com
MARÍA ALEJANDRA TORO VESGA
Cultura y Entretenimiento