Pequeñas figuras que saltan a vacíos surrealistas sirven como metáfora de lo que la humanidad parece hacer con su propio hogar terrestre.
Esta idea es la que se puede apreciar en tres obras, tituladas Naturaleza muerta –de formato mediano–, del artista bogotano William Cruz, que forman parte de la muestra colectiva ‘Contra Natura’, curada por Ángel Rodríguez, para el espacio capitalino Melaká Art Gallery.
“Como en toda mi obra reciente, el lenguaje y las expresiones juegan un papel importante: parto del nombre ‘Naturaleza muerta’ como un juego de palabras que tienen que ver con el género artístico y al mismo tiempo con el hecho de estar matando al planeta”, anota Cruz (1970).
Las obras ofrecen unas formas de la naturaleza en relieves blancos y dibujos de figuras humanas interactuando con ellas. En ciertos momentos, las personitas aparecen como simples observadores, y en otros caen con las figuras a un infinito incierto.

William Cruz también dirige el área de Arte del colegio Los Nogales.
Diego Santacruz/EL TIEMPO
De manera muy sutil, también están presentes objetos tridimensionales que podrían ser troncos, acompañados con hilo.
Este último elemento cobra un protagonismo puntual en la obra, como lo explica Cruz.
“El hilo lo incorporo pensando en que es usado para remendar o arreglar algún daño, pero que en últimas son solo un pequeño remiendo en medio de un gran daño”, anota el artista, maestro en artes plásticas de la Universidad Nacional con maestría en administración artística en Savannah College of Art and Design (EE. UU.).
La serie Naturaleza muerta se contrapone a otras dos obras que Cruz presenta dentro de una vitrina, bajo la serie titulada Paisajes negativos, que también llevan implícito un doble mensaje. El primero alude a la destrucción del paisaje.
Pero también se relaciona con la técnica artística, pues las obras están hechas en papel carbón difuminado. “Cuando se perciben las formas negativas y positivas, el ocupante que invade un espacio es negativo, y viceversa. En el diseño, el negro es positivo y el blanco es negativo”, explica Cruz, con más de 20 años de experiencia en el arte.
En ese sentido, la serie Paisajes negativos está pensada sobre el concepto de la imagen en positivo. “Se hicieron no adicionando material –grafito o pintura–, sino quitándolo, al borrarlo y rasparlo de un papel carbón. En esta serie también se usaron objetos tridimensionales, en este caso ramas reales carbonizadas”, explica el artista.
En la muestra también es posible apreciar la obra de otros 26 artistas plásticos que hacen su reflexión sobre el daño a la naturaleza, dentro de la propuesta del curador Rodríguez, fundador del grupo interdisciplinario Greycube Projects.
Carlos Restrepo
Cultura y Entretenimiento