“La vida merece ser vivida, pero la muerte ¡merece ser morida!”, declamaba flotante entre la penumbra el rostro bonachón –atado a un corbatín– del célebre Daniel Rabinovich, el ‘Neneco’, ante un público que ya no aguantaba esa punzada que da en el estómago de tanto doblarse de la risa.
Por él, y por la ausencia que dejó con su partida desde hace un año, el grupo cómico musical argentino Les Luthiers sigue saltando a escena, celebrando, en honor al ‘Neneco’, que la risa merece ser reída, una y otra vez.
Con el recital de este viernes, el ahora sexteto de Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés, Carlos López Puccio y, como reemplazantes de Rabinovich, los músicos Horacio Turano y Martin O’Connor, cierra la espera de 14 años que los fanáticos colombianos habían sostenido, aferrados al recuerdo de espectáculos inolvidables vistos en el Teatro Colón, en Bogotá, y a través de sus DVD.
¡Chist! es el título de la antología que han preparado con algunos de los mejores sketchs de su carrera y que tendrá tres funciones en Bogotá y una en Medellín (ver recuadro). Un compendio de inolvidables para los fanáticos y geniales para neófitos.
Si debido a esos 14 años, esta es la primera vez que usted se aproxima a Les Luthiers, lo primero que hay que apreciar es que el grupo es el único que logró combinar de forma inteligente el talento musical de sus integrantes, el humor –que no solo surgía de su imaginación, sino que les colaboraron figuras de la talla de Roberto Fontanarrosa– y el diseño de instrumentos con recursos no convencionales, como el Latín, o violín de lata; la Mandocleta (mandolina y bicicleta); el Bolarmonio (arriba); el Dactilófono o máquina de tocar, o el Lirodoro, o Lira de asiento, como la que sostiene Rabinovich en la caritura que acompaña este artículo.
Todo ello, amarrado además con la etiqueta de esmoquin de la música de cámara, que adoptaron desde que eran un coro universitario de música barroca en los años 60, que los puso en un trono especial.
Para conocer esa historia, esta noche habrá sketchs de todas sus épocas. Por ejemplo, el madrigal La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa viene de 1979 –está en su primer DVD, Mastropiero que nunca–, pero también algunos no tan comunes, como la declaración hippie existencial Solo necesitamos (canción ecológica), de 1983, o La redención del vampiro (Hematopeya), de 1996.
También otros recordados como la crítica política muy pertinente La comisión (Himnovaciones), de su admirado espectáculo Bromato de armonio (1998), que lanza dardos como aquel de que “Estados Unidos es el artífice de nuestra actual democracia... y de nuestras anteriores dictaduras”, o el muy aplaudido Bolero de los celos, de 1981 y con versión de 1986 en Humor dulce hogar, que se desprende del supuesto libro Atardecer de un ocaso crepuscular vespertino.
Aunque el rigor del tiempo y, por supuesto, la ausencia de Rabinovich pueden hacer pensar que ya ha pasado el momento de Les Luthiers –que fueron candidatizados al prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011–, es precisamente su humor sin tiempo el que ha permanecido.
Sus espectáculos Los premios Mastropiero (2006), Aquí Les Luthiers (2005), Lutherapia (2009) y ahora ¡Chist! los muestra en plena actividad en los últimos 10 años. No parece aplicarles aquello que le pasó a la duquesa de Lowbridge –con quien Mastropiero sostuvo un acalorado romance–, mujer madura “cuyos encantos no habían disminuido con los años... habían desaparecido”. Así, emulando uno de los títulos de sus espectáculos, Les Luthiers siguen haciendo “todo por que rías”.
¿Dónde y cuándo?
Este viernes y sábado , 8 p. m. (agotados). 28 de agosto, 6 p. m. Palacio de los Deportes. Calle 63 n.° 42-00, Bogotá. Informes: 404-2463 y primerafila.com.co. Boletas (solo para el tercer concierto): de 120.000 a 320.000 pesos.
31 de agosto, 7 p. m. Plaza Mayor, Medellín. Informes: tuboleta.com. Boletas: de 150.000 a 270.000 pesos.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
@Laresonancia