Aunque tuvo que vivir una infancia bastante difícil, soportando con paciencia los insultos y las bromas que le hacían sus compañeros de colegio porque le gustaba bailar, el español Eduardo Guerrero nunca abandonó este arte. En cambio, fortaleció su carácter, se llenó de motivación y llevó su talento ante cientos de personas en distintos escenarios del mundo.
“Hoy me doy cuenta de que si me hubiera enfrentado a todos esos chicos que se metían conmigo y cuestionaban mi condición sexual, hubiera gastado mucha más energía de la que he gastado en el estudio de baile. Así que me siento victorioso por eso, fue una guerra que gané sin tener que luchar”, dijo en entrevista telefónica Guerrero, quien se presenta en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo este viernes y sábado.
Con la convicción de que quería dedicar todo su tiempo a la danza, cuando tenía seis años le pidió a su madre que lo inscribiera en una academia donde le enseñaran a bailar flamenco, un género que, en sus palabras, “está cargado de fuerza y consigue llevar los movimientos corporales al límite”.
Según cuenta el bailaor, fue una casualidad la que le enamoró del flamenco, ya que su prima asistía a clases todas las semanas y a él le tocaba acompañarla y esperar hasta que saliera.
“No era un plan que disfrutara mucho, pero al observar la pasión y la entrega que ponían los bailarines en cada paso, me llené de emoción y quise tomar clases”, dijo el español.
Como lo demostró desde que estaba en el colegio, su premisa ha sido siempre rechazar los enfrentamientos violentos y hacer de la guerra un arte. Así, basado en esta idea, dio forma a su más reciente espectáculo, al que llamó ‘Guerrero’ para cuestionar la mala reputación que en ocasiones tiene esta palabra.
“Todo el mundo piensa que el guerrero es un luchador que hace cosas feas, pero eso no es así. Se trata de una guerra de sentimientos, de un personaje que saca sus propias emociones y logra exteriorizarlas en escena”, explicó el bailaor.
En su nuevo montaje escénico, Guerrero busca representar, a través de la música, su relación con mujeres que han pasado por su vida. Para ello aborda temas como el drama, la pasión y la sensualidad.
“Este espectáculo habla sobre la relación que tiene Eduardo Guerrero con su madre, que fue la primera persona que lo llevó a la escuela de danza. También describe la forma de hablar que tenía con su abuela, con sus amigas y con sus amantes. Es una síntesis de la complicidad entre hombre y mujer”, añadió.
Acompañando a Guerrero en este proyecto estarán las cantaoras Anabel Rivera, Samara Montañez y Sandra Zarzana, además de los guitarristas Javier Ibáñez y Juan José Alba.
“No es usual en el baile flamenco incluir cantaoras, pero ahora tengo a mi lado a estas intérpretes talentosas que demostrarán esa capacidad que tienen las mujeres de guerrear más que cualquier hombre”, concluyó.
¿Dónde y cuándo?
Los días 10 y 11 de febrero, 8:00 p. m. Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo (calle 170 n.° 67-51, Bogotá). Precio: desde $40.000. Boletas en la página www.primerafila.com.co
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