No es gratuito, como anotan algunos, que Lisboa se pueda definir como un poema. No solo por su centenaria belleza arquitectónica, al lado del río Tajo que la acaricia, sino por su tradición literaria, cuna e inspiración de grandes plumas como Camões, Pessoa y Saramago.
A esto se une la rica oferta cultural, representada no solo en los artistas de diversas disciplinas que a lo largo del año visitan a la capital lusa, sino también en su variedad de museos, castillos, iglesias y monumentos.
Por ello, la designación de Lisboa como Capital Iberoamericana de la Cultura 2017, cuya programación oficial se acaba de abrir con artes plásticas y música, en lo que espera ser un diálogo cultural interregional. Todo bajo el lema ‘Pasado y presente’.
Más de 200 eventos conforman el programa, al frente del cual estuvo el gestor cultural António Pinto Ribeiro, quien le explicó a EL TIEMPO por qué quiso establecer este diálogo no solo con América y España, sino también con África.
“El conocimiento de las cosas que pasan en América Latina es casi nulo, no solo en Portugal sino en el resto de Europa. En general, se conoce lo más cliché, como el tango, la milonga o el Carnaval de Río. Nos propusimos cuestionar estas representaciones que los europeos tienen de la realidad iberoamericana”, explica Pinto.
Para abrir un nuevo diálogo, el gestor cultural cuenta que quiso recuperar el pasado como algo fundamental, y la manera como los latinoamericanos miran su propio pasado, de cara a todas estas nuevas corrientes de renovación de la historia precolonial y colonial. “Pero también, la mirada que ustedes tienen sobre Europa”, anota.
Sobre esta idea se propuso estructurar la programación, que busca responder cuáles son los temas que preocupan hoy a la academia así como qué tan vivos están los intercambios culturales o influencias, que a su modo de ver son muy pocos.
“Está Pessoa al otro lado, está Botero y García Márquez a este lado, por ejemplo, que son cosas muy del pasado pero no del presente. Pero ¿cuáles son los grandes escritores hoy en Perú, en Colombia, en México o en Madrid? ¿Cuáles son las compañías de teatro protagonistas? ¿Qué cine se está haciendo?”, se pregunta el curador.
Para esta mirada integral que ofrecerá Lisboa cultural este año, la programación se sustenta en cuatro pilares: la cuestión indígena, la afrodescendiente, las migraciones de los pueblos y lo contemporáneo.
“Recordemos que las Américas y Europa han sido construidas con el trabajo de los africanos. De allí que este año cultural también mira a África, en un interés por acercar regiones. Esta es una parte importante que ha sorprendido, pero existe ese triángulo”, anota el profesor.
Para estructurar la programación, que busca acercar pueblos y artes, se unieron cerca de 70 entidades de Lisboa, entre públicas y privadas, que recibirán a los diferentes artistas y exposiciones.
Dos de los invitados extranjeros que inauguraron este año cultural fueron el artista plástico mexicano Demián Flores, con su exposición ‘Al final del paraíso’; y la cantante y folclorista ecuatoriana Mariela Condo.
Flores juega con la analogía entre el pasado y el presente, a través de 50 dibujos inspirados en el Códice Borbónico de su país, y 22 grabados en aguafuerte, en los que el artista reinterpreta a su colega belga del siglo XVI Theodor de Bry, pero con un marcado acento de la situación política hoy en México. La obra se puede visitar en el famoso Monumento a los Descubrimientos.
“Simbólicamente, sí creo que al final de ese paraíso, como se llama mi exposición, está presente una realidad social y económica nueva en nuestros países, pero sigue pesando esa sombra fuerte de la conquista”, comenta el artista.
Al resaltar lo que significa para la región latinoamericana la designación de Lisboa, el mexicano anota: “Creo que no hay hoy un lugar más importante, culturalmente hablando, que Lisboa, que ha sabido tener una relación con América un poco distinta”.
El segmento musical lo abrió un concierto que hermanó las tradiciones sonoras de Ecuador, con Mariela Condo; de Panamá, con Yomira John, y de Portugal, con Gisela João. Así, el São Luiz Teatro Municipal de Lisboa se llenó de fados, cumbias panameñas, zambas (argentinas), tonadas de cuna y canciones en lengua quichua ecuatoriana, que se robaron todos los aplausos.
“Siento que este ha sido un momento de diversidad muy bonito. Los ritmos tradicionales característicos de cada país o de comunidades, de alguna manera se conectan con el resto de músicas del mundo. Los pueblos plasman a través de su música sus intereses, sus miedos, sus tristezas y alegrías”, acota Condo.
“Me gustaría que al final, las personas se dieran cuenta de que el universo latinoamericano es muy distinto y diverso. Los países de la costa Pacífica son completamente diferentes a los que están al otro lado de la cordillera. Y que esto fuera tan solo el inicio de un intercambio cultural constante que no acabe al final del año”, concluye, por su parte, el profesor António Pinto.
Colombia llega con literatura, teatro y cineEl país estará presente en varios momentos de la programación de la Capital Iberoamericana de la Cultura 2017. En el campo literario, hará parte de la mesa ‘Fijando con brevedad el momento: crónica y poesía’, en la Casa Fernando Pessoa. Participarán: Alberto Salcedo Ramos y Jerónimo Pizarro, que se unirán a autores de otros países. Además, la compañía antioqueña Jabru presentará su obra de marionetas ‘Oficio de difuntos’, con la que ganó la XI edición de becas para el estímulo y fomento del arte y la cultura 2012, en Medellín. También se proyectarán películas recientes del cine colombiano.
CARLOS RESTREPO
Cultura y Entretenimiento
Lisboa*.
*Por invitación de la Secretaría de Cultura de Lisboa.
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