Por su aspecto parecieran ser músicos que se preparan para interpretar un concierto clásico. Verónica Orozco, Fernando Arévalo y Patrick Delmas están vestidos de un elegante frac negro, pero hay detalles que denotan cierta irreverencia, como el hecho de que Delmas y Orozco llevan zapatos deportivos.
Lo cierto es que están en el escenario para una curiosa terapia de amor. Los tres protagonizan la comedia Duros de amar, dirigida por Manolo Orjuela, que está en temporada de estreno en el Teatro Nacional Fanny Mikey, en Bogotá.
Escrita por los franceses Melissa Drigeard y Vincent Juillet y traducida y adaptada por Arévalo y Delmas, la pieza se centra en Guillermo da Silva (encarnado por Arévalo), un pintoresco coach especializado en conflictos de pareja y sexualidad.
A su consultorio llega una pareja en crisis, María (Orozco, quien rota el papel con Carolina Acevedo) y Simón (Delmas), quienes deben someterse a los curiosos métodos de Da Silva para superar sus conflictos.
“Es un tema que yo siento que toca a mucha gente, mucho más que antes. Entonces me pareció muy vigente, al mismo tiempo el tono en que lleva la obra me parecía que era algo con lo que la gente se podía identificar fácilmente aquí o en Francia”, asegura Delmas.
“Aborda la problemática de una manera novedosa, más descarnada –complementa Arévalo–, se habla de frente de como uno puede pasar en un momento dado de amar a una persona a odiarla y luego volverla a amar, es como un vaivén en esa dualidad”.
Según el francés, el trabajo de adaptación se centró en trasladar algunos pasajes a la idiosincrasia colombiana.
A eso se suma el trabajo de Orjuela, que diseñó una propuesta escénica inspirada en un recital musical (no son gratuitos los vestuarios).
“Utiliza al personaje de Fernando como el director de orquesta y nosotros casi como instrumentos. Es algo teatralmente muy lindo, muy inteligente, pero había un riesgo: que el público entrara en esa dinámica, y entraron totalmente”, afirma Delmas.
Esta es la segunda pieza teatral en la que Arévalo y Delmas actúan juntos. Antes lo habían hecho en Pa’l centro y pa’ dentro, también dirigida por Orjuela.
En ella, contaban las experiencias de un francés que viene a Colombia para casarse con una mujer que conoció en una agencia matrimonial de internet. En el país, su asesor era Arévalo
“Descubrimos que funcionábamos muy bien como pareja cómica: él como el flaco, alto y guapo, y yo como el bajito, feo, gordito... –bromea Arévalo–. Esa pareja funciona clásicamente desde el teatro antiguo, pasando por las parejas del cine, como Abbott y Costello”.
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