En cada uno de sus cumpleaños, Krapp realiza una nostálgica ceremonia: se sienta a escuchar las grabaciones que realizó en esa misma fecha en años anteriores. Es una cita en la que recuerda a los seres perdidos y a los amores extinguidos.
Este personaje, creado por el nobel irlandés Samuel Beckett, es encarnado desde hace unos años por el australiano de origen irlandés Joe Broderick, conocido por su trabajo como escritor –fue el autor del libro ‘Camilo, el cura guerrillero’–.
“El personaje supuestamente está cumpliendo 69 años. Yo tengo bastante más (82), debería estar guardado en mi casa, no saliendo a actuar a estas alturas de la vida y metiéndome en una temporada de cinco semanas, pero a mí me fascina actuar”, cuenta Broderick, quien está presentando ‘La última cinta de Krapp’ en la sala Mayolo de Casa E.
Bajo la dirección de Camilo Carvajal, el artista logra poner en escena el alma de un hombre que ya parece desentenderse de la vida y está recluido en la soledad. El australiano asegura que Beckett, el maestro del absurdo creador de clásicos como ‘Esperando a Godot’, se imaginaba que Krapp tendría un final trágico después de lo que se ve en escena.
“Beckett no sabe más de sus personajes de lo que hay en la obra, pero él imagina que ese hombre ya no tiene nada que hacer en la vida y habrá amanecido muerto al día siguiente”, dice Broderick.
El desgaste de Krapp no solo se refleja en su mirada, en la que se mezclan la melancolía y la rabia, sino en su vestimenta, desgastada y mugrienta, y en su barba mal afeitada y su pelo desordenado. “El texto es muy escueto, gran parte está grabada anteriormente en una cinta y el actor simplemente la oye junto con el público, estamos en el mismo cuento, tratando de reconstruir el pasado de este viejo”, explica el escritor.
Esa situación le plantea un reto especial al protagonista, quien debe construir una sutil partitura de reacciones gestuales para retratar el espíritu decadente de su personaje.
Broderick asegura que ‘La última cinta de Krapp’ es una de las piezas que más le gusta de Beckett, no solo porque se identifica con el personaje, sino porque es muy autobiográfica y es la única obra donde el autor hace un montón de referencias a sus propias vivencias interiores, como el recuerdo de su primera novia.
“La muerte de su padre está ahí también, y muchas otras cositas. Cuando uno conoce la vida de Beckett sabe que él se identificó completamente con este personaje. Y eso hace que yo sienta un amor especial por la obra, porque yo amo a Beckett”, finaliza.
De miércoles a sábado, 8 p. m. Sala Mayolo de Casa E. Carrera 24 n.° 41-69, Bogotá. Informes: 744-0422. Boletas: 35.000 pesos.
YHONATAN LOAIZA GRISALES
Cultura y Entretenimiento
En Twitter: @YhoLoaiza
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