Tantos años viviendo en Francia le quitaron a Nicolás Buenaventura su dejo vallecaucano (nació en Cali en 1962) y le dieron un toque neutro en su hablar.
Pero, en últimas ¿qué importa cómo hable? Lo que importa es que cada día se ratifique como narrador oral, una profesión que escogió hace 30 años y que ejerce con absoluta seriedad entre cuento y cuento.
Sus historias han ido y han venido de Colombia a Francia, de Francia a África, de África a varias universidades de Estados Unidos... Se han contado aquí, allá, acullá, en muchos países.
Ahora regresa a Colombia para hacer una corta temporada de Maestra palabra, que reúne varios de los cuentos de sus espectáculos Cuentos para mujeres, La palabra, A contracuento, La guerra de los cuervos y de los búhos, Los cuentos del espíritu y Mitos y creación.
“Contar cuentos es importante y siempre digo que no empecé hace 30 años, sino anoche”, afirma Buenaventura acerca de su labor.
Y agrega que “hay momentos en la vida en que las historias son más importantes. Como cuando se pierde el rumbo. Entonces, hay que contar un cuento y hay que oírlo también, para retomar la vía”.
Comenta, además, que Maestra palabra tiene “nuevos cuentos que me he ido encontrando en el camino”.
Pero este cuentero no dice palabras por palabrear, pues “no sé hablar de todo”. Por eso es más escueto cuando se le pregunta por el proceso de paz de Colombia, del que afirma que “es fundamental que los acuerdos estén avanzando”. Y sobre el triunfo del nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, dice que se demoró, pues “ha debido ser en primera vuelta”.
Buenaventura cuenta también sobre su paso por varias universidades de Estados Unidos, públicas y privadas, entre ellas Stanford, Cornell, Princeton y la California State.
“En una ocasión, la presentación se hizo con subtítulos en inglés, pero básicamente se hacen en español, y entonces, uno puede ver un Estados Unidos distinto en cada lado, con muchos públicos y diferentes relaciones con la lengua”.
Para Buenaventura, lo importante de su carrera es sentir que cada día la cuentería lo ratifica como un hombre de la palabra, y también como un hombre que es, como los africanos, su palabra, pues esta vale tanto como él.
Y seguirá yendo y viniendo porque el lado francés de su familia, su mamá, Jaqueline Vidal, nacida en Marsella, ya echó raíces en la capital del Valle, en el Teatro Experimental de Cali, el grupo que ayudó a levantar con el lado caleño de Nicolás, su papá, el maestro Enrique Buenaventura.
‘Maestra palabra’. 24 de mayo, 8 p. m. El Teatrico. Transversal 39B n.° Circular 2-46, avenida Nutibara, Medellín.
25 de mayo, 8 p. m. Auditorio SFF, Universidad Konrad Lorenz. Cra. 9.ª Bis n.° 62-43. Informes en obraygracia.com. Boletas: 35.000 pesos.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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