El abuelo Leandro pensaba que, como desde hacía años, debía pasar la Navidad solo. Pero no. De Canadá llegó la tía Cristina y de otros lugares, los hijos y nietos del anciano paisa.
Y entonces, su vida fue fiesta porque todos se reunieron en Medellín para la Navidad.
De paso, Papá Noel estaba listo para repartir los regalos en compañía de sus duendecillos, pero algo sucede: hay un eclipse y las brujas malas pretenden que para siempre desaparezca la Navidad, todo gracias a que hay un embrujo para esa noche de cada 100 años en la que se encuentran el Sol y la Luna.
Así empieza ‘El embrujo de la Navidad’, el espectáculo de la Fábrica Noel que se presentará en Medellín hasta el 30 de diciembre, en funciones de 7, 8 y 9 p. m. con entrada gratuita, en la sede de esta empresa.
Y como todos los años, Papá Noel habla de su espectáculo, que hace parte de la festividad de diciembre en Medellín y que cumple 29 años.
“Ya hemos contado 28 historias y ahora viene una en la que se muestra la gran ciudad, con una escenografía impresionante, pero dejando claro que pese a lo lejos que la gente viva, es muy importante estar juntos en estas fiestas”.
El espectáculo de Noel se empieza a programar, como siempre, desde el primer mes del año.
“Esta tradición comenzó de una manera muy sencilla, con muy pocos actores, pero con la idea de que la gente tuviera un espectáculo en diciembre. Y fue creciendo tan rápido que cada año ponemos un teatro al aire, con gradería para 1.500 personas por función”, afirma Carolina Andrade, coordinadora de esta actividad.
Además, agrega Papá Noel (que en su ‘vida real’ se llama Carlos y es profesor de actuación de la Universidad de Antioquia): “Ahora, desde principios de febrero mis estudiantes me preguntan cuándo son las audiciones para la obra de diciembre. Y sabemos de jóvenes que, gracias a trabajar en este espectáculo, han reunido el dinero para sus semestres y hoy son profesionales”.
De octubre a diciembre, este espectáculo ofrece 160 empleos directos, que incluyen arquitectos, obreros, actores, bailarines, músicos y personas de servicio de alimentación, entre otros.
Y la magia de ver día tras día las filas en las afueras de la fábrica de Noel, con familias enteras que mientras esperan el ingreso conversan, tejen y juegan.
En esta ocasión verán cómo las brujas no leen bien la letra menuda del documento que dice que tras ese eclipse en la noche del 24, la Navidad se acaba para siempre. Pero Papá Noel y sus duendes leen muy bien el ‘tratado’ (“hasta la letra más chiquita”, afirma) y se dan cuenta de que si hay un canto alegre de niños, el sortilegio desaparece.
“Entonces, corremos a buscar a Leandro y a su familia, que están reunidos desde temprano, y entre todos hacemos que la Navidad no desaparezca”, afirma Papá Noel.
¿Dónde y cuándo?‘El embrujo de la Navidad’. Hasta el 30 de diciembre (menos el 24 y el 25), a las 7, 8 y 9 p. m. Fábrica de Noel, Medellín. Carrera 52 n.º 2-38. Informes en el teléfono (4) 365-9999. Entrada gratis.
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