Hasta el próximo domingo estará en el teatro Colón 'Soy Frida, soy libre', obra protagonizada por Flora Martínez, bajo la dirección de Jimmy Rangel.
Este último, de manera silenciosa, la acompaña, como una especie de manipulador neutro de los objetos que hay en escena, o como sombra de los personajes masculinos que la rodearon, y también personificando a la misma muerte, que siempre estuvo presente en la vida de Frida.
Frida Kahlo se convirtió en leyenda e ícono de la cultura mexicana no solo por su colorida manera de vestir y su provocadora manera de llevar con orgullo sus bigotes y cejas cerradas, que quedaron plasmados en sus autorretratos, sino también por su historia personal, vivida en la primera mitad del siglo XX, llena de episodios trágicos, dramáticos y épicos.
Comenzando por el fatal accidente de tranvía que la obligó a someterse a un sinnúmero de cirugías y a andar con la ayuda de aparatos, siguiendo con su historia de amor con Diego Rivera, llena de una admiración sin límites, pero también de golpes y decepciones, y llegando al momento del triunfo como pintora en los círculos intelectuales y artísticos más encumbrados de París, en donde departió con Breton, Picasso o Kandinski.
Con un texto delicadamente construido, de autoría de la actriz y de Víctor Vásquez, tiene el diseño escenográfico de Laura Villegas, que nos da la impresión de un teatrino de juguete, propio de la imaginería mexicana, hecho con espejos, y con las canciones también muy mexicanas, interpretadas por la actriz, con un grupo en vivo.
El espectáculo que se nos presenta es de una poesía conmovedora y divertida. Con todos los elementos, Flora Martínez va dibujando en el escenario una Frida francota, políticamente incorrecta y, ante todo, adorable.
sintelones@hotmail.com
Teatro Colón. Calle 10.ª n.° 5-32. Viernes y sábado, 7:30 p. m. Domingo, 3:30 p. m.
ALBERTO SANABRIA
Crítico de cine
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