En arquitectura un edificio nace de los planos y de los diseños y se convierte en una estructura tridimensional. Sin embargo, el sueño del artista Luciano Denver (Argentina, 1975) es hacerlo en el orden opuesto: tomar un edificio o una casa que está en un plano bidimensional (como una foto) para construirlo en tres dimensiones.
Así lo sugiere en su muestra más reciente, ‘República del Caribe’, con una pequeña maqueta de una de las casas que aparecen en uno de fotomontajes que se exponen en SGR Galería (Bogotá).
“Podríamos pensar que soy un arquitecto que en vez de diseñar con lápiz y papel lo hace con fotos”, señala el artista, que estudió arquitectura pero que no terminó. Se inclinó por el arte, especialmente por la fotografía, la cual le ha servido para construir escenas y paisajes que sorprenden al ser ficticios, pero que construyen a partir de lo real. Cada una de estas obras, que parecen pinturas porque están expuestas sin vidrio y por ser impresas en algodón, puede llegar a tener más de mil imágenes, de fotos que tomó durante varios meses y tras realizar cinco viajes. Estos lo llevaron a La Guajira, a Mompox, Cartagena, San Andrés y Providencia, entre otros lugares y le permitieron ver sus diferencias y similitudes.
Su propuesta es, de alguna manera, subvertir a la fotografía, o más bien aquella creencia de que una imagen muestra la realidad. En un mundo plagado de montajes (muchos de estos hechos burdamente y para desinformar en la internet), Denver se toma el trabajo de crear ciudades que dan cuenta de la cultura popular y de la arquitectura del Caribe, a partir de la superposición de las fotos, gracias al trabajo digital se convierten en lugares que son para él “un registro del presente de lo popular”. Uno que además sirve para hacer realidad que aquellos sitios tengan lo que él cree que hace falta –como la fábrica de hielos de Cartagena e Islas del Rosario– o una whiskería llamada Denver. Y que le sirven para enviar mensajes escondidos en paredes de tiendas que publicitan un restaurante, como Un cielo ¡De oportunidades!
Aunque son lugares donde evidentemente hay presencia de humanos el artista, deliberadamente, los excluye de sus obras. “Es una forma de hacer sentir que la obra es de quien la mira. Si yo pusiera una persona ya no podrían apropiarse de la obra, porque sentirían que es de quien está en ese lugar”, añade.
Uno de los motivos para construir una de esas casas tiene que ver con otra de sus propuestas: demostrarme mí mismo que lo único que varía en la realidad es el orden de cómo la vemos.
Estamos muy acostumbrados a ver esta y es tan solo un nivel”, dice.
Mientras que Luciano Denver hace un registro del presente, el artista Harrison Tobón presenta 50 acuarelas en pequeño formato que tienen como objetivo convertirse en un archivo histórico. Bajo el nombre ‘Archivo sensible de arquitectura bogotana en vía de extinción’ esta muestra es el resultado de los recorridos que hizo por el barrio San Bernardo, al centro de Bogotá, que representó desde está técnica.
Ese sector es uno de los que desde hace años se ha visto afectado por la problemática de la venta de sustancias sicoactivas y de su consumo desaforado. Llamó su atención por ser un lugares por el que suele pasar y porque no podía caminar ni hacer registros fotográficos del lugar. Empezó a acercarse al barrio de otra forma, desde su historia y descubrió sus vínculos con la educación. Esto tocó una fibra en él, ya que además de ser artista es magíster en educación artística. “Siempre me ha interesado la historia de la educación y este barrio tenía una gran influencia por la educación Lasallista”, dice Tobón.
El trabajo fue evolucionando hasta el punto de ser un registro enorme, que luego se fue depurando y que decidió presentar de manera que se muestre de forma sutil los diferentes tipos de edificaciones que hay en el sector. Así, de las casas sin parqueaderos, la muestra se termina con aquellas que sí tienen uno, muchas veces adaptado para ser un local comercial. Y en las que se puede ver cómo si bien hay elementos en común con algunos estilos arquitectónicos europeos, muchas de estas fueron construidas de manera casi que intuitiva, sin necesidad de diseños o de planos.
“El nombre de este proyecto lo planteo porque también es un archivo sensible, porque es acuarela (frágil), abierto a la percepción (sentidos)”, menciona Tobón, quien espera ampliar este ejercicio a más barrios de la ciudad.
¿Dónde y cuándo?SGR Galería. Calle 74 n.° 22-28, Bogotá. Estarán abiertas al público hasta el 17 de septiembre. Teléfono: 631-8027.
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