Berlín se ha convertido en una de las ciudades favoritas para los artistas y la gente creativa. Estudiantes de todo el mundo llegan a residencias artísticas o a través de las becas.
Pero esa apertura no siempre fue así. Durante 28 años existió un muro que evitaba la circulación o llegada de gente de una zona de Berlín a la otra y el país estaba dividido en dos: Alemania Oriental y Alemania Occidental.
Afortunadamente, la situación hoy es otra. “Tenemos muchos artistas viviendo en Alemania y en Berlín”, dice Angelika Stepken, curadora junto con Philipp Ziegler de ‘Future Perfect’, colectiva que se ve en el Museo La Tertulia, en Cali.
Se trata de una muestra que, aunque incluya la palabra futuro, se centra en el hoy, según explica la curadora. Porque parte de la forma como asumimos el mundo actual tiene que ver con dejar de proyectarse hacia lo que viene.
La selección de 16 artistas les tomó varios años, mientras conocían creadores que viven en Alemania, pero que no necesariamente nacieron allá. Ese es un punto central de la exposición, explica Stepken, al decir que “no se trata de una exhibición de arte alemán, sino sobre lo que está pasando en la escena artística en Berlín. No quisimos hacer ninguna representación de nación”.
Las procedencias de los artistas son variadas: Ciudad de México, París, Jerusalén y de ciudades alemanas como Hamburgo, Stuttgart o Colonia. Por eso, en conjunto, las obras ofrecen un contraste de técnicas –pintura, instalación, fotografía, escultura– y de temas que en varias de las propuestas son abordados de una forma no convencional.
Porque la muestra además confronta al espectador frente a lo que es el arte contemporáneo. Una de las obras lo ejemplifica muy bien: algo parecido a maletas que uno se puede echar a los hombros, y con las que se puede salir a las calles a utilizarlas como mejor le parezca.
Las maletas incluyen elementos para cocinar o protestar, y pueden ser utilizadas por 24 horas. Están ahí, en el piso, esperando a que alguien las active por la ciudad.
Ese tipo de experiencias llamaron la atención de Alejandro Martín, curador del Museo, quien considera que la exposición puede tejer una red entre los artistas locales y los extranjeros, y que además sirve para preguntarse por el arte contemporáneo y por “cómo las audiencias reaccionan a este tipo de obras. En ese sentido es un reto”, comenta.
Tiene razón, pues cuando un público está acostumbrado a ser un observador pasivo o a admirar la técnica, puede resultar chocante pensar que unas maletas sean arte. O que una escultura hecha con telas y no con mármol o acero sea una escultura. Ahí es donde los mediadores del museo entran a cooperar para establecer esos diálogos, con programación de cine y actividades paralelas.
Algunas piezas abordan de manera discreta pero contundente asuntos como la tolerancia y el respecto a las diferentes orientaciones sexuales. Es el caso de la obra de Henrik Olesen, quien partió de la historia de Alan Turing para mostrar, a partir de gestos y textos sobre la imagen del matemático, cómo este sufrió desplantes y rechazos por ser homosexual.
La invitación es a no quedarse solo con la observación, sino a leer y a preguntarse por el motivo de la obra, y no solo por el tema.
En Colombia, esta exposición solo se verá en Cali. De ahí, viajará a Guadalajara (México). E irá modificándose en el tiempo, pues la idea es que viaje durante varios años más.
¿Dónde y cuándo?
Museo La Tertulia. Avenida Colombia n.° 5-105 oeste.
Cali. Teléfono (2) 893-2939. Abierta al público hasta el 6 de noviembre.
María Alejandra Toro Vesga
Cultura y Entretenimiento
*Por invitación del Museo La Tertulia.