Entrar al Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) es adentrarse en un espacio en el que se respira un museo vivo, urbano y actual, desde su creación en 1978.
En esa época, un grupo de artistas perteneciente a la llamada ‘generación urbana’, arquitectos y empresarios, se pusieron como meta despertar el interés del público por el arte moderno y contemporáneo que, de alguna manera, ya habían suscitado las primeras bienales de arte de Coltejer, realizadas en 1968, 1970 y 1972.
La vocación de diálogo con la ciudad, de visibilidad y de circulación ha sabido reflejarse muy bien en su colección, que cuenta con un patrimonio de 2.165 obras de artistas como Débora Arango, Hernando Tejada y Benjamín de la Calle, entre otros.
Es así como el MAMM, a punto de cumplir cuatro décadas, les propone a sus visitantes una revisión de su colección.
“Es el reflejo de esa historia del museo en tanto diversa, donde coexisten simultaneidades, donde no hay una estructura rígida de lo que conocemos como coleccionismo institucional”, explica la curadora Melisa Aguilar.
La curaduría de la muestra no fue hecha a partir de un eje temático en función de unos criterios particulares, sino que nació de entender cómo está configurada la colección del museo, desde su heterogeneidad y diversidad, que refleja las circunstancias en la que se fue conformando.
Por eso, en ese proceso de entrar en la muestra, repensarla y volverla a mirar, son claves seis constelaciones temáticas, como ‘Afuera-Adentro’, que aborda las relaciones entre interioridad y exterioridad, que pasan por lugares tan diversos como el cuerpo y el paisaje.
La muestra, que incluye la participación de 72 artistas colombianos y latinoamericanos, no se trata de una cronología o de un recorrido histórico, y mucho menos de un recorrido por la historia del arte colombiano.
Laura Guzmán Díaz CULTURA Y ENTRETENIMIENTO En Twitter: @The_uptowngirl