Luego de la invasión de Afganistán por la Unión Soviética, equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) cruzaron clandestinamente, en 1980, la frontera entre Pakistán y Afganistán, viajando en mula durante semanas, para brindar asistencia a civiles heridos en áreas aisladas.
De esa forma, desde hace 45 años, la organización ofrece ayuda humanitaria cuando una población es golpeada por la guerra, la violencia o la inestabilidad social y esta no tiene acceso a atención médica cuando la requiere.
Con el ánimo de dar a conocer las grandes crisis como la fiebre de Marburgo, en Angola, o la situación de los refugiados somalíes y etíopes en Yemen, la exposición ‘45 años de acción humanitaria independiente’ llega a Colombia después de haber estado en Argentina, Uruguay y España.
La muestra fotográfica, que estará abierta hasta el 18 de agosto en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, también es una invitación a que la gente se implique y colabore con recursos o, incluso, que quiera formar parte de la organización.
“Es un trabajo bastante duro: trabajamos en escenarios de conflictos armados o en las primeras fases de desastres naturales, donde uno está expuesto a situaciones al límite. No es un trabajo que se haga sin afectación, y necesitamos gente que nos reemplace”, explica Juan Matías Gil, jefe de la misión de MSF.
Como parte de la muestra, el 8 de agosto se proyectará, por primera vez en el país, el documental' Viviendo en emergencia', en el cual se revelan los dilemas que enfrentan los trabajadores humanitarios de MSF en contextos complejos.
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