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Arte y Teatro

El Barniz de Pasto ya es patrimonio de la humanidad

Hace 2.000 años, los indígenas del Putumayo ya comercializaban el mopa mopa. Hoy, estos son los bellos objetos que se adornan con la resina coloreada.

Hace 2.000 años, los indígenas del Putumayo ya comercializaban el mopa mopa. Hoy, estos son los bellos objetos que se adornan con la resina coloreada.

Foto:Ministerio de Cultura

Arte desde tiempos antiguos, la designación es en calidad de urgencia para preservar la tradición.

Olga Lucía Martínez
El árbol de mopa mopa crece entre 4 y 8 metros, y es exclusivo y originario de las cuencas de los ríos Amazonas y Putumayo en nuestro país, más exactamente en el piedemonte Andino-Amazónico del Putumayo, Cauca, Caquetá y Nariño, así como en algunas zonas de dispersión cercanas.
De este árbol se desprende la tradición del Barniz de Pasto, que este 15 de diciembre fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad en calidad de salvaguardia, mostrando un camino que empieza en una zona selvática (entre los 1.400 y 2.000 msnm, en un clima tropical húmedo) y llega hasta Pasto (2.527 msnm), donde se desarrolla el arte del barniz en distintos objetos de madera.
Esta declaratoria se hizo en el 15° Comité Intergubernamental de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se desarrolla este año en línea e irá hasta el próximo 19 de diciembre.
La tradición tiene inmersa, además, la cosmogonía de los pueblos indígenas del sur de Colombia y según los registros, más de 2.000 años de antigüedad.
Del árbol del mopa mopa se desprende una resina que da cosechas dos veces al año, y que luego de un proceso en el que se le da coloración, artesanos de Pasto, en pequeños talleres, cortan sus tiras sobre las superficies de distintos objetos de madera y cerámica, entre otros materiales, adornándolas, contando una historia.
Su inscripción en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial que Requiere Medidas Urgentes de Salvaguardiaes un reconocimiento a los oficios tradicionales, así como a los recolectores del mopa mopa, los maestros, carpinteros y sus aprendices”, dice el Ministerio de Cultura.
De ahí que, luego de un trabajo de recolección de información realizado entre el ministerio y los maestros tradicionales, la Unesco haya decidido incluirlo en este importante listado, por la necesidad de buscar que tanto los recolectores como los maestros artesanos, y toda la cadena que se incluye, tengan protección para que este arte no se pierda.
Documentos recolectados hablan de que los indígenas del Sibundoy, en el territorio quillacinga, “cargueros y conocedores de caminos, fueron los primeros recolectores y comercializadores del mopa mopa”.

Los indios toman unas pepitas que son fruto de ese árbol y con ellas componen y embarnizan la loza de madera con tal primor que se asemejan a la loza china

Ya en tiempos de la colonia, Hernán Pérez de Quesada, en 1543, fue el primero en dar noticias de este arte. Casi 100 años después se habla de la técnica como tal y en el siglo XVIII, Juan de Santa Gertrudis, un fraile, escribe: "A mano izquierda de Junguillas es que cría el árbol del mopa mopa. Los indios toman unas pepitas que son fruto de ese árbol y con ellas componen y embarnizan la loza de madera con tal primor que se asemejan a la loza china", afirman otros escritos.
Un documento de Artesanías de Colombia habla de su cadena de valor, en la que “no más de cinco personas cuidan y reforestan el mopa mopa en Mocoa y la bota caucana, mientras, en un censo no oficial se contaron 35 personas dedicadas a recolección o cultivo”.
Ya en Pasto, donde se desarrolla la tradición y se hacen los adornos de los objetos, estas actividades se realizan en pequeños talleres de ebanistas, carpinteros, torneros y artesanos talladores, donde quedan listos los adornos para su comercialización, que se hace local y también a través de la web. 
La declaratoria incluye “el fortalecimiento de la transmisión del oficio a través de procesos educativos que garanticen su permanencia”. De ahí la importancia que tuvieron maestros artesanos en el trabajo que se presentó ante la Unesco.
Con esta declaratoria el trabajo de los artesanos, de los cultivadores de mopa mopa de Putumayo, y de los mismos carpinteros, ahora será reconocido”, dijo Carmen Inés Vásquez, ministra de Cultura.
Con la resina del árbol de mopa mopa se realizan bellos objetos que tienen tradición indígena.

Con la resina del árbol de mopa mopa se realizan bellos objetos que tienen tradición indígena.

Foto:Ministerio de Cultura

“La combinación de simbología y maestría expresada en el arte del barniz de Pasto es un saber que la humanidad no puede darse el lujo de perder. Agradecemos al Comité Intergubernamental por reafirmar la necesidad de construir una ruta de salvaguardia inmediata para este conocimiento y posicionar a Colombia, a Nariño y a Putumayo, como territorios de patrimonio”, agregó.
Esta tradición de origen prehispánico, “nace en medio de las nubes, en las selvas húmedas del departamento de Putumayo y brota del árbol de mopa mopa, tesoro de la biodiversidad colombiana. De ahí surge la materia prima que los maestros artesanos de Pasto utilizan para plasmar su ingenio y su inspiración”, dijo Vásquez.
CULTURA
Olga Lucía Martínez
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