Su sueño es morir actuando encima de un escenario, así como la leyenda asegura que lo hizo Molière. Su vida, de hecho, es un fresco de referencias teatrales, empezando por su nombre, Coriolano, prestado del general que protagoniza la tragedia homónima de Shakespeare.
Y su existencia también se ha convertido en un juego de equívocos a causa de los tres hijos que esperan más su muerte de lo que se esperanzan con su vida. Así es el personaje principal de la obra Cría cuervos, de Ditirambo Teatro, que está en temporada en la sede del grupo en Galerías.
Escrito, dirigido y protagonizado por Rodrigo Rodríguez, el montaje también incluye críticas y reflexiones sobre el quehacer teatral en Colombia.
“Habla del ocaso de un maestro de teatro y de cómo encuentra dificultades para ejercer la profesión, el oficio de maestro de actor, de dramaturgo, pero de una manera muy cómica, porque en medio de esas dificultades él está en una posición de crítica frente a todo el tema de las industrias culturales”, cuenta Rodríguez.
La obra se desarrolla en dos planos narrativos: primero se muestra cómo ha sido la relación de Coriolano con su discípula, a quien promete que van a montar una obra de teatro cuando ella regrese al país después de finalizar la beca que acaba de ganar. Luego están los planes de sus tres hijos ante su inminente muerte.
Su hija mayor, Gonerila (el mismo nombre de una de las hijas del rey Lear), es totalmente materialista y no tiene intereses en el arte y la creación.
El segundo, Otelo Alfonso, es un bueno para nada, mantenido por su esposa, la humilde y trabajadora Lavinia (nombre de uno de los personajes de Tito Andrónico, de Shakespeare).
Y el menor, Hamlet Robert Johnatan Michael Steven, es un pésimo poeta que espera, al igual que sus dos hermanos, la muerte de su padre para poder vivir de su herencia.
Ese juego fraternal, de hecho, tiene ecos de la tragedia Rey Lear, cuyo protagonista decide someter a sus tres hijas a un concurso de oratoria para determinar quién se lleva la mayor parte de la herencia.
“Él se divierte viendo todas las zalamerías que hacen los hijos, y en realidad, cuando ya les anuncia su herencia, les deja el vestuario sudado, los libros de teoría teatral, las máscaras... Todo lo que ha sido su oficio”, dice el director.
La obra, en la que también actúan Xavi Pérez, Susana Contreras y Ricardo Peñuela, entre otros, también tiene referencias cinematográficas, como ese juego de ajedrez del protagonista con la muerte, inspirado en El séptimo sello, del sueco Ingmar Bergman.
En un hecho inédito para el teatro colombiano, Cría cuervos se estrenó el 30 de marzo pasado en cuatro teatros (La Mama, Teatro Aca, Ditirambo Galerías y Ditirambo Palermo), con cuatro elencos diferentes y a la misma hora.
“Esa idea de dramaturgia simultánea resultó muy pedagógica; el público ha podido comparar los distintos Coriolanos, las distintas Lavinias, los distintos Hamlets... ”, dice Rodríguez sobre este estreno simultáneo, con el que empezó la celebración de los 30 años del grupo, que se cumplirán el 31 de agosto del 2018.
Aunque Rodríguez presentó una primera versión de la obra en diciembre pasado, la historia tiene reflexiones muy actuales sobre la situación de los grupos de teatro en Colombia, especialmente en lo que se relaciona a la llamada ‘ley naranja’.
“Se habla mucho de todo el tema de la política cultural; la obra toca esos temas indirectamente y se lanza a un hipotético futuro en el que no se puede, como lo hace esta economía naranja, mezclar manzanas con peras, es decir, la moda con la creación de grupos de teatro”, finaliza el director y dramaturgo.
Viernes y sábado, y del 6 al 8 de junio, 7:30 p. m. Ditirambo Galerías. Carrera 23 n.° 50-36, Bogotá. Informes: 300-2341. Boletas: 30.000 pesos.
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