Entre las aspiraciones de Patricia Phelps de Cisneros está “que el arte latinoamericano se vuelva parte del canon de la historia del arte del mundo”. El anhelo de esta coleccionista y promotora del arte y la cultura viene haciéndose realidad con la Colección Cisneros y dio otro paso adelante con la donación de 102 obras de arte al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA por sus siglas en inglés).
Estas se suman a otras que le entregaron al mismo museo hace algunos años. En total son 150 obras que se pueden ver en la página web moma.org/collection. “Este gran regalo y todo este trabajo llevará a una gran exposición en nuestro nuevo edificio que esperamos, toco madera, esté listo en el 2019”, dijo Glenn Lowry, director del museo.
Phelps y su esposo, el empresario venezolano Gustavo Cisneros, llevan cuatro décadas trabajando por la educación y el acceso a la cultura en Venezuela y en otros países. Empezaron a coleccionar arte por gusto –como se supone que nace toda colección– y en los 90 decidieron que esta fuera destinada al público general.
El apellido Cisneros es de peso en el arte latinoamericano. Tanto por esta fundación como por la Cisneros Fontanals Art Foundation y la Colección Ella Fontanals-Cisneros, también mecenas del arte y que fue esposa de Oswaldo Cisneros, este último, primo de Gustavo Cisneros.
Glenn Lowry y Patricia Phelps se conocen desde 1994, cuando este asumió la dirección del MoMA. Desde ese entonces colaboran juntos y aprovecharon el anuncio del lunes pasado para contar que este no sería el único ‘regalo’.
Además de engrosar la enorme colección de obras del museo –más de 200.000–, se creará un instituto para investigar sobre el arte latinoamericano, que funcionará en Manhattan. “Si queremos dar a conocer a nuestros artistas, ¿qué mejor lugar que el MoMA?”, dijo Phelps, basándose en el hecho de que este es uno de los 20 museos más visitados de EE. UU.; el año pasado fueron 3’010.000 asistentes.
Y sí, no es sino visitar las instalaciones de este museo y encontrarse con cientos de turistas y públicos de todas las edades y procedencias para darse cuenta de la gran vitrina que este recinto representa para mostrar el arte latinoamericano.
El MoMA tiene varias piezas de artistas latinos –alrededor de 5.000–, incluidas algunas de los colombianos Doris Salcedo, Beatriz González, Fernando Botero, Olga de Amaral, Miguel Ángel Rojas, entre otros.
Sin embargo, esta nueva entrega, según Luis Pérez-Oramas –curador de arte latinoamericano Estrellita B. Brodsky del departamento de Dibujos y Grabados del MoMA–, viene a “cubrir una laguna histórica dentro de la perspectiva que el museo puede ofrecer del arte moderno en América”. Específicamente, el movimiento de abstracción geométrica que se dio en el siglo XX en países como Brasil, Argentina o Venezuela.
Además de las donaciones –que evidentemente tienen repercusiones–, la Fundación Cisneros ha invertido grandes recursos para tener una colección de obras de arte moderno y contemporáneo –con piezas de los colombianos Eduardo Ramírez Villamizar, Carlos Rojas, José Antonio Suárez, Natalia Castañeda, Óscar Muñoz, Juan Manuel Echevarría, Bernardo Ortiz y Ana María Millán–, de arte colonial, del siglo XIX y piezas entográficas del Orinoco.
También, para generar publicaciones de artistas, propiciar debates en su página web coleccioncisneros.org y para hacer exposiciones que han viajado por EE. UU., Londres, Madrid, Santiago de Compostela, entre otros lugares.
La Fundación Cisneros tiene sedes en Nueva York y en Caracas, donde, a pesar de las dificultades, desarrollan programas educativos y apoyan a artistas jóvenes, explican el director emérito de la fundación, Rafael Romero, y Gabriel Pérez-Barreiro, quien es el director actual.
MARÍA ALEJANDRA TORO VESGA*
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
*Por invitación de la Fundación Cisneros.
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