Para encontrar una exótica armonía de sabores salados, dulces, picantes, amargos y ácidos en un solo plato, debemos dirigir nuestra brújula gastronómica hacia Oriente, aquel universo cultural donde surge el sol en las mañanas y que sedujo a Marco Polo y a tantos otros exploradores que buscaron adentrarse en la riqueza milenaria de Asia.
La cocina oriental se ha perfeccionado gracias al aderezo de los milenios, las dinastías y las guerras, los nacimientos de las fronteras y las invasiones, los climas y las migraciones, y su sabor único y exótico sigue cautivando a Occidente como una fruta prohibida.
Para conocer los secretos culinarios de Asia es necesario hacer un recorrido por países o regiones, puesto que su enorme dimensión hace imposible clasificarlos en un solo sabor. El sabor asiático o no existe o es infinitesimal.
ChinaDe por sí es prácticamente “un continente” en términos de extensión y de gastronomía. Su cocina es tan variada que en cada región o pueblo las preparaciones cambian. Sin embargo, se entiende que en aquella geografía se dio el origen de la culinaria continental.
Los métodos de cocción y los ingredientes cambian según la latitud, en que, de todos modos, el arroz y los fideos son la base alimenticia. En el norte es más común el empleo de frituras y estofados de carnes y vegetales, en una cocción que lleva más tiempo.
Los alimentos se acompañan de salsas fuertes y picantes, mientras en el sur los aderezos solo se usan para resaltar el sabor natural de los ingredientes y el tiempo de cocimiento es menor, sobre todo en salteados y cocina al vapor. La China Occidental ha sabido mezclar elementos de la cocina musulmana, que frecuenta condimentos muy picantes.
Algunos platos tradicionales para antojarse:
Spring rolls de vegetales
Pastel de cangrejo
Sopa Wantan (caldo de fideos vermicelli)
India es sinónimo de color. Y su comida es, a su vez, colorida para la vista y el gusto. Se basa fundamentalmente en la enorme variedad de especias que brotan de sus fértiles tierras. Por ser el paso obligado de la ruta de la seda durante siglos, tomó un poco de las culturas de este y oeste y cimentó su rica gastronomía.
La base de sus platos es el pan, y no el arroz como en la mayoría de regiones del continente. La fuente proteínica tradicional es el pollo y el cordero, los cuales son adobados con curries, tikkas y koftas, cuyas preparaciones difieren a lo largo del territorio y de otros países vecinos como Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka.
El curry puede ser elaborado con leche de coco, yogurt o crema de leche, según la región, y aliñado con ajíes y pimientas. En las costas de la península, la comida se potencia con pescado, mariscos y otros frutos de mar. En cambio en diversas zonas, y teniendo en cuenta los credos de las comunidades, la comida es fundamentalmente vegetariana, en que los protagonistas son los vegetales, las hortalizas, los picantes y las lentejas por su función como proteína.
Algunos platos tradicionales para antojarse:
Pollo Korma (Korma es un curry suave)
Ensalada de lentejas rojas
Salmón Tandoori
Tal y como se aprecia en el judo y en el origami, la cocina japonesa también es un ejemplo de dedicación, control y belleza. A diferencia de otras regiones de Asia, en Japón es fundamental la naturalidad y crudeza en el sabor de los alimentos y el uso de aderezos o ajíes es reducido o dejado al libre albedrío del comensal. La culinaria es un ritual que va desde la obtención y arreglos de los ingredientes hasta la artística presentación de los platos.
La estrella gastronómica es el sushi, que es tan popular en el mundo como el kimono, y encarna la filosofía de los japoneses: sencillez y perfección. La base del sushi es el arroz, así como lo es para otras delicias culinarias. Éste es de grano corto o mediano y debe mantener su forma original después de cocido. Los tradicionales sabores nipones provienen de tres elementos esenciales. El primero es el dashi, un caldo de pescado y kombu (alga) deshidratado. El segundo elemento confluye en dos bebidas: el sake y el mirin. Este último también se conoce como sake dulce, puesto que tiene menos alcohol que el primero, y ambos aromatizan la comida. Como tercer pilar de sazón aparecen la soya y sus derivados, que dotan de personalidad los platos.
Algunos platos tradicionales para antojarse:
Yakimeshi de pollo (arroz con trozos de vegetales y pollo)
Yakisoba (fideos con carne de cerdo y tocineta ahumada en salsas negras)
Salmón teriyaki
Esta región es el caribe asiático, por su exotismo, atmósfera y extravagancia de su flora y fauna. Así mismo es su comida: alegre, seductora y emocionante. Un bocado puede ofrecer varias experiencias de sabores que guardan ascendencia china e india.
En Tailandia sobresalen las sopas y arroces con vegetales, mezclados con carnes, que son muchas veces custodiados por unos curries agrios y picantes, que se suavizan con leche de coco. La comida thai emplea frutas dulces para darle un giro interesante a los sabores de los platos, del mismo modo que pueden aromatizarse con hierbas, hojas de lima kaffir, azúcar de palma y salsa de pescado.
En países como Filipinas, Singapur, Vietnam, Malasia e Indonesia los pilares gastronómicos thai se mantienen, pero sus platos típicos han heredado aspectos de los países que tuvieron influencia política en ellos. Son imprescindibles en la cocina del sudeste asiático el arroz, la leche de coco, los fideos de arroz, la pasta de camarón, la salsa de soya y la salsa de pescado.
Algunos platos tradicionales para antojarse:
Yam Woosen (ensalada de fideos de fríjol con camarones)
Arroz frito con piña
Phat Phak Ruam (stir fried de vegetales)
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