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Audi y una apuesta a la deportividad: sus nuevas líneas S y RS

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Equipados con mayor deportividad es posible elegir entre una versión normal y la evolución del mismo

Es muy común que a la hora de comprar carro, así usted vaya decidido a adquirir un modelo en particular que lo trasnoche, encuentre que puede elegir entre varias versiones del mismo vehículo.
Y aunque suene extraño, es también bastante común que no se sepa cuál de las versiones de dicho modelo es la que más le convenga o la que realmente quiere llevarse a su casa.
Pero bien, ¿qué significa que un carro tenga distintas versiones, algunas escritas con una letra o un número más después de su nombre?
Por ejemplo los carros de Audi en Colombia y en el mundo son muy conocidos por las líneas A y Q, pero esta marca no se ha quedado quieta y ha trasladado el espíritu deportivo de su historia (ha ganado múltiples Rallys y carreras de resistencia desde hace décadas) a vehículos más potentes creando hasta una sub marca: su línea S.
Más potencia, diferentes cortes exteriores, mayor tecnología, suspensión diferente, en fin, son diversas las posibilidades que se barajan cuando se compara un modelo con su evolución de línea, la cual regularmente se mide por mayor deportividad.
Esta duda, tan repetida a la hora de la compra vehicular, vale la pena despejarla desde la comparación, no solo de las frías cifras que representa un mejor motor, sino de entender por qué se pueden encontrar dos o más versiones de un carro y cómo se pueden palpar estas mejoras. Esté alerta, puede que incluso usted sienta que son dos vehículos totalmente diferentes.

¿Cómo y por qué se da esta evolución entre un mismo carro?

Precisamente hace pocos días Audi probó en el Autódromo de Tocancipá la evolución entre sus líneas, siendo los protagonistas del ‘Audi Driving Experience’ sus modelos A3, A4, Q5 y el llamativo TT, los cuales rodaron a la par de sus hermanos mayores: el S3, S4, SQ5 y el TT RS.
“Esta línea S nace de los modelos base y se caracterizan por su deportividad. Su diseño exterior e interior es más atlético, con tracción quattro permanente, frenos mejorados, suspensión más rígida y sistemas de escape deportivos”, cuenta Nicolás Behar, gerente de Producto Senior de Audi en Colombia.
Este ejemplo en pista sirve de manera perfecta para entender la diferencia entre las diferentes líneas de un mismo modelo, más aún tratándose de esta marca alemana que ha sido pionera en actividades deportivas.
Para entrar en contexto y entender por qué y cómo se dan estas “evoluciones” en la industria automotriz, Audi Sport es una filial que se dedica a producir las líneas S y RS, dejando bajo el capó la gran diferencia de estos modelos: los motores.
Una exaltación a la deportividad es la que se concreta en estas líneas que dan un salto de calidad que se siente no solo al volante sino en cada detalle (las sensaciones son claves para empezar a entender estas evoluciones de un mismo carro).
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Evolución entre Sportback

Empecemos las comparaciones. Para ello, entremos con el A3 en su versión Sportback, un carro compacto de líneas atléticas y deportivas que se desempeña muy bien en la pista.
Nos enfrentamos a un carro joven, con caja automática S tronic de doble embrague (una gran característica de los carros Audi que permite mejor rendimiento del motor, de 190 caballos de potencia y que se siente realmente muy bien a la hora de manejarlo: obediente y con buena aceleración. Cuenta con un motor de 2.0 litros, de 4 cilindros en línea, inyección directa de gasolina y turbo alimentación, es decir, potencia y eficiencia a la vez. Esto se interpreta en una velocidad de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos.
Incluso trae el sistema de seguridad Audi pre sense, el cual prepara a todos los pasajeros en caso de colisión potencial para reducir los riesgos, así como una serie de tecnologías de luces inteligentes solo presente en el sello Audi.
Pero bien, veamos el primer gran salto comparándolo con su hermano mayor de línea, el S3 Sportback: este introduce una suspensión deportiva, de brazo telescópico delantero McPherson y eje trasero de cuatro brazos con disposición separada del muelle y del amortiguador, es decir, mayor deportividad.
También debemos destacar la tracción quattro, que ajusta con precisión la distribución del torque para maximizar el agarre y control, repartiendo la potencia en un 60 por ciento al tren trasero y un 40 por ciento al delantero, logrando así que el S3 tenga 290 caballos de potencia, es decir, 100 más que el A3: más velocidad y fuerza (de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos).
Mientras que en el A3 la suspensión deportiva se deja ver como un gran ‘plus’, ya en la familia S de Audi todos sus carros la incluyen, al igual que el arranque en pendiente.
El A3 y el S3 coinciden en las levas en el timón, soporte lumbar, aire acondicionado bizona y el Audi Drive Select, un sistema que permite al conductor elegir entre 5 modos de manejo diferentes, para realmente configurar el rendimiento del carro desde la pantalla.
El S3 tiene un paquete exterior S line que le da mayor deportividad y por dentro luce sus terminados en tela-cuero, condición que ofrece una actitud deportiva. Un buen paso de tecnología pura entre línea y línea.

¿Cómo puede evolucionar un sedán?

Demos otro paso adelante y enfoquémonos en el A4 frente a su evolución, el S4. En el ‘Audi Driving Experience’ este par de berlinas, como se les llama a estos sedanes de buena potencia, se robaron las miradas por su elegancia.
El A4 es un sedán ejecutivo, es el pilar de la marca, con buen caballaje y motorización. Ya en el S4 cambia el motor con una diferencia bien marcada, pero guardando la elegancia.
Con un motor de 2.0 litros y 190 caballos de potencia, el A4 da el salto hacia el S4, que trae un motor en V6 de 354 caballos de potencia, además pasando de 320 N/m a 500 N/m en cuanto a su torque.
El A4 acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 7,3 segundos, desarrollando 190 caballos de potencia. Por su parte el S4 ‘camina’ de 0 a 100 en 4,7 segundos, con 354 caballos de potencia.
En esta comparación (que puede sonar compleja a priori), cuando la máquina tiene un torque alto, es capaz de acelerar desde bajas revoluciones con mucha mayor facilidad.
A esto se le suma que en el S4 se corta el recorrido del timón, haciendo los movimientos del vehículo muchos más deportivos y precisos, en el A4 es más suave, pero más cercano a las posibilidades de viraje de un carro común.
Un buen sedán es el carro pensado para altos ejecutivos, por esto vale la pena destacar que en este tipo de vehículos hay que fijarse muy bien en los detalles de lujo, en donde se marca una buena diferencia.
Otro gran avance entre estas dos líneas de sedanes es que el S4 introduce las Matrix LED, un sistema de luz inteligente que apaga de manera independiente las diferentes hileras de LED. Este proceso se da cuando el entorno lo exige, evitando así deslumbrar a los otros conductores e igualmente ofreciendo mayor campo de detalle sobre las áreas oscuras. Acá hay que recordar que Audi es pionero en muchos sistemas reflectivos.
Mientras el A4 presenta una combinación de tablero analógico y digital, en el S4 este ya viene con el Audi Virtual Cockpit (100 por ciento digital), así como con asientos más deportivos.
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Las camionetas también crecen

El mundo SUV no es ajeno a estas evoluciones. Es el segmento en el que todo el mundo quiere estar hoy en Colombia, de camionetas cómodas y que combinan las prestaciones tanto para ciudad como para carretera.
Para continuar nuestros ejemplos de evolución, tenemos el Q5, uno de los modelos insignia actualmente de Audi en el mundo, encuentra su evolución con el SQ5. Ambos traen por dentro una serie de ayudas tecnológicas y de entretenimiento de punta, pero en su andamiaje es donde percibimos los grandes cambios.
El Q5 trae la Tracción Quattro Ultra (exclusiva de Audi), la cual reparte la tracción y la fuerza de los ejes de manera inteligente, siendo capaz de desconectar el eje trasero si en el terreno explorado este no debe ser exigido, por ejemplo.
Ya en el SQ5 encontramos un ascenso realmente significativo: la altura de la camioneta se puede graduar, haciéndola más alta o baja dependiendo la necesidad de territorio a recorrer.
En Tocancipá se vio cómo este SUV bajaba su altura, quedando mucho más deportivo para el autódromo.
Igualmente la SQ5 incluye suspensión dinámica, que según las condiciones del terreno, se va poniendo más rígida o suave según la carretera.
La Q5 deja ver unos rines de 18 pulgadas, mientras que en la SQ5 sus rines son de 19 pulgadas, uno de las principales detalles que cambian entre línea y línea de camionetas o SUVs.
En cuanto a motor, de Q5 al SQ5 vemos un claro avance de potencia y capacidad. Pasamos de un motor de 2.000 litros capaz de llegar a los 252 caballos de potencia y alcanzar los 237 km/h, a uno de 3.000 litros en el SQ5, que alcanza 354 caballos de potencia y supera los 250 kilómetros por hora.

Los deportivos no son ajenos a evolucionar

Esta evolución que se presenta en un mismo modelo no solo es palpable en los carros más tradicionales y de altas ventas, también los modelos más deportivos acuden a esta lógica.
El icono de la marca es el famoso TT, un vehículo de diseño imponente y que por esta fecha celebra sus 20 años de nacimiento. Este, que es sin duda uno de los carros más llamativos de Audi, viene equipado con un spoiler trasero para mayor aerodinámica, así como doble exhosto, rines de 18 pulgadas, caja automática S tronic de doble embrague y 6 velocidades hacia adelante. Es decir, es realmente lo que podríamos llamar en la calle un “carrazo”.
Pues bien, hasta el llamativo Audi TT tiene un ‘hermano mayor’, el TT RS, que vendría siendo no solo un salto de calidad sino dos.
Por ejemplo, mientras en el TT el spoiler posterior se puede desplegar manualmente, aunque este se active de manera automática cuando el carro rebasa los 120 km/h, en el TTRS dicho spoiler siempre está desplegado, dándole incluso un carácter más llamativo al ‘look’ del vehículo e igualmente más deportividad en cada instante.
El TT viene equipado con motor Otto, de 4 cilindros en línea con inyección directa de gasolina, y turbo alimentación. Es decir, un motor diseñado para ser potente y eficiente a la vez.
Esta pieza de ingeniería despliega 230 caballos de potencia y desarrolla una velocidad de 0 a 100 kilómetros en 6 segundos.
Por su parte, el motor del TT RS es uno de los más premiados de la familia Audi, siendo este de 5 cilindros en línea y de 2.5 litros en turbo cargado de inyección directa con 4 válvulas por cilindro y doble árbol de levas (DOHC). Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, desplegando 400 caballos de potencia, evidenciando el poder que refleja la línea S de la marca.
¿Cómo puede medirse este salto de potencia? Pues bien, el ascenso en este caso se orienta hacia el desempeño total, así como a encontrar una súper apariencia.
Un buen indicador de este salto entre un muy buen carro y su versión más deportiva es la aceleración, en la cual influye claramente el motor: mientras el motor del TT le permite una velocidad de 0 a 100 kilómetros en 6 segundos, el TT RS logra los 100 kilómetros en tan solo 3,7 segundos.
A esto hay que sumarle que el TT RS incluye la suspensión deportiva RS de la marca, brindando mayor maniobrabilidad al volante. Además este modelo permite distribuir el torque (que es el que distribuye la potencia) entre el eje delantero y trasero según desee el conductor, dando una sensación de mayor fuerza a conveniencia y predilección de manejo.
Pero las mejoras se miden también desde afuera. Cuando usted vaya a decidir entre dos versiones del mismo carro, fíjese en los detalles exteriores porque siempre hay sorpresas.
Incluso si tomamos al llamativo TT Coupé, que es un carro que se roba las miradas en cualquier semáforo, y lo parqueamos junto al TT RS Coupé, vamos a encontrar que en la evolución del modelo inicial hay luces LED delanteras, pinzas color rojo en los frenos, tapa de combustible tipo carreras, el llamativo spoiler trasero y varias terminaciones en aluminio que le dan un carácter de pista.
A esto se le suma la parrilla tipo panal y las entradas de aire del mismo corte que no solo cumplen un sello estético, sino que a esto se le suma una refrigeración más eficiente para un motor más grande.
Adentro la diferencia se plasma en un volante mucho más deportivo en base plana, una iluminación táctil inteligente, así como diversos detalles del sello RS, en los pedales y reposa pies en acero inoxidable.
Ya que sabe cómo diferenciar entre línea y línea de un mismo modelo, aplique su conocimiento a la hora de comprar. Las grandes marcas manejan muchas veces en su portafolio diferentes familias de autos, mostrando una evolución deportiva entre cada una de ellas. Aproveche esta diversidad y encuentre el carro que más se ajuste a su necesidad.
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