El 12 de abril del año pasado, Ramiro*, un joven universitario de Bogotá, salió de una finca donde estaba pasando la pandemia con su familia y no se volvió a saber de él.
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Su mamá, María*, lo reportó como desaparecido ante las autoridades y desde ese día, hace casi un año, iniciaron la búsqueda del hombre de 31 años.
"Él me llamó en octubre pero no apareció. La única forma de rastrearlo era que yo colocaba dinero en Servientrega a su nombre y él reclamaba en alguna parte y por eso supe que estuvo en Santa Marta, en Ciénaga, en muchas partes", indicó María.
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El hombre sufre de esquizofrenia y debe tomar su medicina. "La vida de nosotros era normal hasta hace tres años cuando le dio el trastorno pero él toma la medicación y es funcional y como desde hace casi un año no se la toma él no pudo volver a la casa", indica la madre del joven.
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Ramiro estudia ingeniería mecánica en la Universidad Nacional en Bogotá y ayuda a sus padres en el negocio familiar.
"Él hacía mucho ejercicio, practicó atletismo, natación y yo creo que por eso pudo sobrevivir en todos los montes que estuvo", dice.
Una llamada de la comunidad a la Policía permitió que las autoridades dieran con el paradero del joven que fue hallado en el municipio Yondó, Antioquia.
"La comunidad nos informa de una persona que no corresponde a esa jurisdicción, una persona desconocida e inmediatamente ubicamos a la persona y la trajimos a la Estación de Policía de Yondó y se le hizo una identificación ", indicó el coronel Gustavo Martínez, comandante de la Policía del Magdalena Medio.
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A la mamá de Ramiro le avisaron sobre las 4 de la tarde del pasado domingo 14 de febrero, "yo volví a nacer, no había un día en el que no pensara cómo estaría mi hijo", relata.
A Ramiro lo llevaron a la peluquería, le dieron comida y nueva ropa para que se reencontrara con su familia.
El reencuentro se dio sobre el mediodía de este lunes 15 de febrero en Barrancabermeja, Santander.
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BUCARAMANGA
*Nombres cambiados a petición de las fuentes.